Banfield ganó y Brian Sarmiento fue el epicentro de la polémica
Se ilusiona Banfield y quiere más. Pudo sacarse el lastre de las tres derrotas consecutivas de visitante y con una ajustada, pero merecida victoria ante Tigre no sólo crece en la tabla. Sigue prendido en la pelea de arriba acrecentando sus chances de clasificar a la Libertadores y alcanzó su cuarta mejor campaña histórica.
El equipo de Julio Falcioni -quien cumplió su partido número 400 como DT en el fútbol argentino- aplicó una buena presión sobre la salida de Tigre y manejó la pelota a través del circuito que generaron Sperduti y Bertolo. Por su parte Tigre se mostró muy impreciso y abusó de los envios al área sin receptor confiable.
Una excelente cobertura de Javier García, saliendo con decisión a despejar cuando la punteó Cvitanich fue un primer aviso de una jugada que luego repetiría Banfield: pelotazo cruzado y apertura de Cecchini para que un compañero envié un centro y busque al definidor en el área. Se repitió con una triangulación CecchiniSarmiento-Cvitanich, cuyo cabezazo se estrelló en el travesaño. Sobre el cierre del primer tiempo, Banfield retrocedió, pero Tigre no lo supo aprovechar porque cada intento se diluía.
Antes de terminar la etapa festejó Banfield. Centro de Bettini, que paró Sperduti, no pudieron rechazar
Godoy ni Galmarini y por detrás apareció Bertolo para enviar la pelota a la red junto al palo derecho.
En el segundo tiempo, Tigre manejó mejor la pelota pero padeció sus limitaciones y falló en la puntada final. Banfield se acomodó sobre su campo y apostó a una contra. Sperduti recuperó y cedió para Bettini, cuyo centro fue interceptado con la mano por Benítez. La personalidad de Sarmiento para ejecutar el penal, picándolo, estuvo a la par de su desconocimiento del reglamento. Su tiro dio en el travesaño y él mismo fue buscar el rebote; pero está prohibido tocar la pelota dos veces. Y le llegaron recriminaciones de ambos lados. Igual, Banfield celebró.