Fue una pelea como las de antes ante una multitud como la de casi nunca
Finalmente el invicto inglés ganó por nocaut técnico en el 11° round ante un rival 14 años mayor.
En un combate que respondió a las enormes expectativas generadas en la previa, Anthony Joshua venció por nocaut técnico a Vladimir Klitschko en el 11° round. Ante el delirio de 90 mil personas en el mítico Wembley, ambos protagonizaron la pelea más esperada de las últimas décadas entre los pesados. El ganador retuvo su título de la Federación Internacional de Boxeo y conquistó el cetro vacante de la Asociación Mundial de Boxeo.
Fue el combate entre dos generaciones. La del histórico ganador y el joven noqueador. El ucraniano, con 41 años y 17 meses después de su inesperada derrota ante Tyson Fury, buscaba recuperar sus cinturones. Pero enfrente estuvo el inglés, 14 años más joven, que no sabe lo que es perder en su carrera e hilvana 19 triunfos.
Al comienzo del penúltimo asalto nada estaba definido. Por momentos los dos estuvieron cerca del triunfo por nocaut.
Pero Joshua salió en el último round del combate dispuesto a llevarse a su rival por delante. Logró asestar un uppercut de derecha que estremeció la cabeza de Klitschko y lanzó después un fuerte ataque en quien terminó derribado por un gancho de izquierda tras una serie de varios golpes. El perdedor alcanzó a levantarse, pero sólo para recibir más castigo. Caía otra vez tras soportar otra seguidilla de impactos en la cabeza acorralado contra las sogas, cuando el árbitro David Fields intervino para detener un combate que por entonces no tenía retorno.
Joshua defendió su cetro y conquistó un cinturón vacante. Pero además logró su 19ª victoria en el mismo número de peleas tras un pleito que cumplió con las altas expectativas que había generado.
“¿Qué puedo decir? 19-0 en tres años y medio. Como he dicho, no soy perfecto, pero lo intento”, declaró Joshua, campeón olímpico en Londres 2012, tras reconocer a su contrincante (“En las reglas del boxeo dejás tu ego en la puerta y respetás a tu rival; un gran tributo a Vladimir”, confesó). Con la cantidad de gente en las tribunas se igualó un récord de público en Londres: en 1939 también 90 mil personas se habían congregado en el estadio White City para ver la pelea Len Harvey-Jock McAvoy.