Colón rescató un punto de oro y sigue en la lucha por el título
Fue un empate vibrante y con varias situaciones de gol. El local ya se salvó del descenso, su primer objetivo.
Si bien no pudo continuar con la histórica racha de triunfos consecutivos en Primera (quedó en siete), Colón sigue demostrando que quiere dar pelea. Aún no se sabe de qué, pero la está dando. Recién con el empate de ayer se salvó definitivamente del descenso, que era el objetivo primordial. Y ahora está a la expectativa. Y si sigue así, algún premio se va a llevar. El cuarto puesto actual lo mete derecho en la Libertadores 2018. Y si decae, puede ingresar a la Sudamericana. Y a cinco puntos de Boca, también sueña con pelear el título. Ayer rescató un punto de oro ante un rival durísimo, que es muy práctico, tiene aceitado un mecanismo de juego y pasa por un gran presente.
Las propuestas quedaron bien visibles de arranque. Colón propuso, Atlético esperó. La tenencia sabalera se desplegaba de un costado al otro y el abanico tucumano acompañaba siempre con una marca definida. De aquí para allá pero siempre en campo rival, el local se lucía en los toques pero faltaba alguien que quebrara el tejido defensivo y ordenado que propuso el equipo de Pablo Lavallén. Claro, todo se habría resuelto más rápido para el equipo santafesino si el remate de Christian Bernardi no se estrellaba contra el palo y salía, como sucedió al minuto de juego. En ese contexto se hizo dificultoso para el conjunto que peleando el descenso, anima también el torneo. Obvio, enfrente estaba un serio rival. Protagonista de la Copa Libertadores y siempre picante en el torneo doméstico. Esa idea, la de esperar y contraatacar, le dio resultado con una fórmula letal: Leandro González y Fernando Zampedri. El primero tiró el centro y el segundo anotó de cabeza en una distracción de Emanuel Olivera. El delantero que ya no es revelación, había sido atendido por los médicos a raíz de una molestia en la rodilla izquierda que lo hizo abandonar el partido sobre el final del primer tiempo. Justo momentos después que el sabalero llegara al empate con un sello de la casa: la pelota detenida. Buena ejecución de Facundo Pereyra y arremetida goleadora de Ismael Blanco. Una igualdad transitoria y justa porque durante la primera mitad Atlético no había hecho méritos para tanto premio.
El complemento fue otro: quitó sus ataduras la visita y el partido se hizo de ida y vuelta. El peligro de la exposición en las últimas líneas co ntribuy’o al espectáculo aunque para los técnicos resulte estresante cada ataque rival. En esas búsquedas vertiginosas hubo otro condimento especial: la expulsión de Guillermo Acosta en los tucumanos daba margen para la ilusión de Colón. Que casi consigue desnivelar con Iván Torres, en un tiro libre que dio en el travesaño. Con un hombre más, el equipo de Eduardo Domínguez fue a buscar el triunfo, entendió que el empate no le servía y quedó defendiendo con dos jugadores. Fue justo un error de Germán Conti, en la última línea, que facilitó el gol que parecía el del triunfo para Atlético. Con practicidad se estaba quedando con todo sacudiendo la aspiración de los de Santa Fe que creen que Colón puede animar este torneo de final abierto.
Colón no se resignó y dio pelea. Una búsqueda permanente pese a tener el golpe en el mentón. Era derrota y se estaba quedando sin nada. Aunque los hinchas en en el Cementario ya pensaban en otra cosa. A pesar de la desventaja, había un solo grito: “El domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”. El clásico con Unión estaba presente.
Pero en el final, el corazón sabalero apareció en toda su dimensión. Primero empató Iván Torres con un zurdazo desde afuera del área que se metió bien abajo sobre el palo derecho de Lucchetti. Luego, en la última jugada, lo tuvo Nicolás Leguizamón, pero el prometedor delantero local definió por arriba del travesaño.