Entre tantos condimentos, el clásico coincide con un triste aniversario
El domingo se cumplen dos años del partido de Copa suspendido por la agresión a jugadores de River con gas pimienta.
El próximo Boca-River se jugará un domingo, día habitual, en una efemérides llamativa: se cumplirán dos años del cruce trunco por la vuelta de los octavos de la Libertadores. Un ataque con gas pimienta desde la cabecera local al equipo visitante provocó la suspensión del encuentro. La historia es reciente y conocida: eliminación de Boca, sanción de Conmebol y, luego, título para River. ¿Pesarán aquellos recuerdos a la hora de este enfrentamiento decisivo?
En más de un siglo, ha habido Superclásicos todos los días de la semana. En la temporada 86/87 se jugó un lunes en el Monumental: 1-1, goles de Antonio Alzamendi y Jorge Rinaldi.
En el Apertura 2010, tras varias discusiones por la fecha, se programó para un martes en el estadio Liberti. Se impuso River 1-0 con un cabezazo de Jonatan Maidana. Fue el debut de JJ López como DT millonario.
Cruces en miércoles hubo muchos, sobre todo por torneos internacionales. En la Libertadores 2000, el 24 de mayo, Boca ganó 3-0 de local con tantos de Delgado, Riquelme (penal) y el célebre muletazo de Palermo, quien volvió aquella noche luego de una rotura de ligamentos cruzados.
Otro memorable choque copero fue el de la Sudamericana 2014, en Núñez, un jueves. Barovero le atajó un penal a Gigliotti, Pisculichi clavó el 1-0 y River avanzó a la final.
Un clásico histórico fue el primero de 1981 en La Boca, poblado de campeones mundiales. Con dos de Brindisi y uno de Maradona, el Xeneize redondeó una goleada inolvidable aquel viernes 10 de abril.
En el repaso aparecen muchos sábados, sobre todo amistosos de verano, y uno oficial que pasó a la historia: el 25/10/97, último de Maradona. Fue fiesta azul y oro: 2-1.
Ojalá que la próxima edición del partido más importante de nuestro fútbol sea digna de recuerdo. Y no por episodios como el de 2015.