Corradini hizo realidad su sueño
El entrenador llegó a las Leonas para reemplazar a Minadeo
LinkedIn, propiedad del gigante Microsoft desde mediados del año pasado, es la red social laboral por excelencia. En ella los usuarios arman un curriculum que pueden compartir rápidamente con infinidad de empresas alrededor del mundo para buscar empleo, y con sus contactos. Todo puede ser útil para conseguir trabajo. Agustín Corradini tiene allí un perfil redactado en inglés. Al menos hasta ayer por la tardenoche su encabezado (en el que se describe la profesión y el empleo actual) era “Ladies Senior National Team Assistant Coach”. Es decir, “entrenador asistente de la Selección nacional femenina”. La cuenta está bastante actualizada, ya que entre sus logros incluye los oros panamericano y mundial del año pasado con las Leoncitas. Ahora deberá tomarse unos minutos para modificar la posición que ocupa. No le llevará demasiado tiempo: sólo deberá borrar la palabra “asistente”.
Hombre del rinón de San Fernando, no se equivocó cuando, motivado por la presencia de sus amigos y hermanos, decidió jugar al hockey sobre césped pese a que, además de pegarle a una bocha con el paloCorradini cumplió , también usaba los pies con una número 5 de fútbol. Buen delantero, aunque no descollante, fue parte de la Selección junior que ganó el Mundial de Rotterdam en 2005 con una camada que 11 años más tarde se colgaría la primera medalla de oro olímpica para Argentina en Río de Janeiro.
El viernes a la tarde le llegó el llamado que tanto esperaba desde que le había presentado su proyecto al nuevo presidente de la Confederación Argentina de Hockey (CAH), Miguel Grasso. Se emocionó. Todos los pasos dados lo habían hecho llegar finalmente al lugar que tenía marcado en el GPS de sus anhelos. Cuando todavía no pasaba del rol de “candidato” junto a Gabriel Minadeo -quien era el entrenador y quien lo había apartado de su grupo de trabajo en las Leonas- y Marcelo Garraffo, le entregó la carpeta al dirigente que ganaría las elecciones y le pidió que la leyera sólo si resultaba elegido titular de la CAH; y si no, que la desechara. Los planetas, alineados, llevaron a que Grasso fuera elegido y a que Grasso -junto al resto del Consejo Directivo- lo eligiera a él.
No le gusta la etiqueta de “obsesivo”. Considera que esa palabra “define a alguien que tiene problemas y no encuentra los límites”. Por eso prefiere autoproclamarse “apasionado” y admite para sí el término “metódico”. Es un estudioso de los rivales, de quienes acepta las virtudes e incluso reconoce que trata de “robarlas”. “Busco entender: no me gusta lo abstracto”, asegura. En ese tren de la incorporación de conocimientos no hay límites para buscarlos. Visita entrenamientos de otras disciplinas porque considera que “hay un hilo conductor en la metodología deportiva. Te despierta ideas”.
Como José Pekerman cuando condujo en el Mundial 2006 a muchos de los chicos que había preparado en los seleccionados juveniles, a Corradini le tocará ahora hacerse cargo del equipo mayor y pasará a liderar un recambio generacional en el que tomarán parte muchas de las chicas que ya conoció en sus etapas formativas y con las que ganó el Mundial de Santiago. Por entonces consideró que el ciclo le dejaba un gran futuro a las Leonas pensando en los Juegos Olímpicos de 2020. Ahora tendrá la oportunidad de concluir él mismo ese círculo.
Tendrá, en su equipo, a Walter Conna como ayudante principal, a Martín Berthold y Juan Pacheco como asistentes externos en pleno contacto con las categorías formativas, y a Eduardo Pesci como preparador físico. Mañana, en el CeNARD, comenzará a entrenar y a preparar al equipo para la Liga Mundial y la Copa Panamericana, dos torneos que otorgarán boletos al Mundial de Londres 2018.
No será nuevo el ambiente para el nuevo entrenador que fue ayudante en Río de Janeiro 2016 del saliente Minadeo. La relación no ter- minó bien ya que el ex DT lo desafectó por supuestas órdenes de la conducción anterior de la CAH, según sus dichos a Clarín del 15 de enero. Por entonces Minadeo le dijo a este diario: “Corradini está para un rol protagónico”. Caprichos del destino, ese rol le llegó pronto y en su propio detrimento para que arranque una nueva era.