Muñiz, el surf y una pasión que lo hizo optar por Argentina por delante de Brasil
Nació en nuestro país y a los 3 meses lo llevaron a Bombinhas. A los 15 años tomó “la mejor” decisión de su vida.
Esa clásica rivalidad sudamericana que nació en la pasión por el fútbol no tiene cabida en la vida de Santiago Muñiz. Argentino de nacimiento y brasileño por adopción, él tiene grabadas en el corazón dos banderas: la celeste y blanca del país de sus raíces y la verde-amarela del que lo vio crecer. "Mis papás vivían en Bombinhas, pero volvieron a Mar del Plata para que yo naciera allá. Y cuando tenía 3 meses regresamos a Brasil. Yo me crié con las dos culturas: la argentina que me enseñaron en casa y la brasilera que tomé en la escuela, con mis amigos. Creo que tengo lo mejor de cada una", le cuenta a Clarín el mejor surfista argentino.
Su amor por ese deporte le llegó como un mandato de familia. "Mi papá surfeaba en Mar del Plata, de chico. Cuando se mudó a Bombinhas puso una escuela de surf. Acá tenemos la playa adelante de casa más o menos y entonces ese fue el primer deporte que practicamos. Después de la escuela agarrábamos la tabla y nos íbamos al agua", recuerda quien comparte la pasión y el trabajo con su hermano mayor Alejo.
Hay, sin embargo, algo que los diferencia mucho porque Alejo representa a Brasil. "El lo eligió así. Pero yo opté por Argentina. Fue la decisión más difícil pero también la mejor que tomé en mi vida. Tenía 15 años cuando me invitaron de los dos países a competir y no sabía qué hacer porque amo a los dos. Mi papá me dijo que eligiera con el corazón, eso hice y estoy orgulloso", dice el hincha de San Lorenzo.
"Ahora se puede vivir del surf porque los premios de los torneos crecieron mucho en los últimos años y los sponsors que tenemos nos bancan los viajes a esos torneos, pero hay que dedicarse muchísimo. Yo entreno los siete días de la semana para tratar de mejorar siempre un poco más", cuenta quien admira a Lionel Messi y Juan Martín Del Potro, dos grandes referentes suyos dentro del deporte argentino.
Aunque se recupera de una lesión en la rodilla no pierde de vista su objetivo para la temporada. Está 26° en el ranking del Qualifying Series, la segunda categoría del circuito mundial, y la idea es terminar entre los diez mejores para ascender a la elite, donde compiten los 32 mejores del mundo. "Ojalá algún día pueda ser campeón en el circuito mayor", se ilusiona el surfista con dos patrias que sueña en grande.