Godoy Cruz prolongó su envión ganador en Paraná

Los de Bernardi venían de vencer 3 a 0 a Vélez y repitieron el resultado. Patronato no consigue recuperarse.

Los silbidos con el que el público en Paraná despidió a Rubén Forestello a sus dirigidos fueron todo un síntoma de lo que vivió Patronato a noche. Es que el local sumó su cuarta derrota consecutiva jugando en su casa (recibió 13 goles) y no muestra atisbos de reacción. Por eso, que todavía el riesgo de perder la categoría se vea lejano parece estar atado a lo (poco) que están haciendo el resto de sus rivales antes que al aporte propio.

La cara opuesta fue Godoy Cruz, que en Paraná jugó para el aplauso.

Parado sobre una idea clara que transmite Lucas Bernardi desde el banco y que en el terreno de juego se ejecuta con la confianza que solo tienen quienes están convencidos de lo que hacen, los mendocinos dominaron siempre. En la mitad de la cancha, ese cinco improvisado en el que se transformó Henríquez es el eje sobre el que se para el trabajo de sus hombres de ataque, que tienen en Juan Garro (se fue reemplazado y se teme que tenga un desgarro) al más desequilibrante. El hombre de Tunuyán, a puro despliegue, encaró las veces que quiso a la última línea de Patronato y fue, además, quien abrió el resultado con un derechazo cruzado que rompió para siempre el juego.

Pero Garro no es el único. El zurdo Gastón Giménez que usa la 10 también aporta su toque distinto. Ayer metió un golazo de 25 metros que puso el 2 a 0 pero además mostró la sutileza con la que puede distribuir la pelota en Godoy Cruz. Desde el centro y hacia afuera, el equipo de Bernardi se anima hasta prescindir por momentos del Morro García, a quien sólo ponen en el circuito cuando necesitan de una última puntada.

En el equipo de Forestello, limitado a la hora de elaborar y demasiado dependiente de los envíos aéreos (las búsquedas a Quiroga y Telechea fueron repetitivas e ineficaces) apenas se destacó el trabajo de Comas, quien desde sus intenciones por lo bajo buscaron una alternativa que ya no seduce ni a los defensores centrales, quienes se desgastan de tanto ir al área rival en cada pelota quieta.

Como todo había quedado resuelto en el 2 a 0 de la primera etapa, en el segundo tiempo hubo un ritmo monótono que invitó a la melancolía del domingo por la noche. Ni siquiera los ingresos de Bertocchi y Gagliardi sa- cudieron a un Patronato tan soporífero como inexpresivo. Del otro lado, Godoy Cruz administró las piernas, el cansancio y pareció elegir en qué momento atacar para hacer su último gol. Lo tuvo González después de una gran jugada entre Giménez y Garro (los mejores de la noche) pero su derechazo cruzado pegó en el palo. También pudo ser del Morro, pero el travesaño ayudó a Bértoli. Recién en el tiempo de adición, cuando ya sólo Marcelo Benítez tenía ganas de romper alguna línea, apareció el 3 a 0 que consolidó el tercer triunfo seguido de los de Lucas Bernardi y que cerró una jornada de domingo que se extingió con los silbidos para Patronato como la música de ambiente.