Talleres no mereció sufrir tanto
El local dominó siempre pero dilapidó muchas situaciones ante un adversario con muchos suplentes.
A Talleres le encanta sufrir para ganar un partido.Porque estaba para golear a este muleto de Atlético Tucumán, que solo está concentrado en derrotar a River y dejarlo sin título. A Talleres ya le había pasado con Godoy Cruz, con Tigre o en los dos partidos con Belgrano. El equipo de Frank Kudelka es algo serio cuando ataca y otro cuando tiene que definir. Una cosa es contarlo y otro ver las posibilidades que despilfarró Rescaldani o los que erró Palacios. Siempre Talleres estuvo más cerca del cuarto que del tercero y sin embargo terminó sufriendo.
Pablo Lavallén trató de experimentar con varios suplentes y otros pibes de la cantera del Decano. Y no le salió bien. Porque salvo el marplatense Menéndez que aprovechó un regalo de Guido Herrera para lograr el empate, el resto fueron simplemente aproximaciones. Si es cierto que Atlético lo acosó y lo asustó en los últimos minutos.
Sebastián Palacios es el mejor delantero cordobés, pero abusa de su individualismo. Marcó el primer tanto tras un error de Ayala pero erró muchos goles más. Igual que Rescaldani y Ramis. Pero ojo que Talleres es para tener encuenta. El pasaporte para la Copa Sudamericana está al alcance de la mano. Y no cualquiera se le animará a este equipo a ir al frente, a jugarle palo a palo porque es muy temible en las réplicas.
Atlético todavía sufre la eliminacion de la Copa. Pero sueña con derrotar a River para empezar a curar las heridas. Talleres está en otra porque parece que se viene la sangría del plantel. Ocurre siempre cuando se aproxima el final del torneo.