Boca, en su mejor versión, arrolló a Independiente y quedó a un paso del título
Tuvo juego y quite en el medio, con un Barrios ovacionado en cada intervención, y arriba se mostró contundente.
La Bombonera, rebalsada de algarabía, fue testigo del reencuentro que llegó en el momento más oportuno. Justo cuando el campeonato entró en su estapa decisiva, Boca se cruzó otra vez con el fútbol que había perdido hacía un tiempo y, vestido de su mejor versión, levantó la cabeza y pasó por arriba al Independiente de Holan con un 3 a 0 sin atenuantes que bien podría haber sumado algún gol más de manera merecida. De la mano de su nueve todopoderoso y sostenido por un mediocampo de quite y juego, retomó el paso firme hacia el título. Con uno de Junior Benítez y dos de Benedetto, que participó de la producción global de su equipo, Boca quedó pipón y con el corazón contento, lleno de fútbol, justo a tiempo.
La derrota de River, su más urgente perseguidor, en cancha de San Lorenzo fue un adelanto de lo que sería una tarde perfecta para el mundo azul y amarillo. Claro que nadie se animaba a cantar victoria antes de tiempo y mucho menos con este Boca de Barros Schelotto que, desde la partida de Tevez, no pudo mantener la regularidad necesaria. Había dejado pasar muchas chances de aumentar la distancia. Y ayer tenía enfrente a un rival envalentonado por su marcha invicta desde la llegada de su nuevo técnico.
Sin embargo, los del Mellizo dejaron todos los fantasmas en el vestuario y pisaron el césped del Alberto J. Armando con la templanza que pedía este tipo de partidos. Fue un acierto del entrenador el de acomodar las piezas del círculo central de una manera en que el engranaje funcionó de manera aceitada. Con el colombiano Barrios -en cada intervención exitosa despertó la ovación de los hinchascomo tapón central les permitió soltarse a Gago y a Pablo Pérez en la creación. Con sus espaldas cubiertas ambos pudieron mirar más hacia adelante. Era lo que Boca necesitaba ayer. Enfocarse en el arco de enfrente.
Eso hizo de entrada. Creó muchas situaciones y puso contra las cuerdas a un Independiente que se asemejó más al opaco equipo del semestre pasado. Pareció sorprendido el Rojo con la actitud arrolladora del local. Y un poco por sus falencias y mucho por mérito de Boca, el visitante dejó de lado todo lo bueno que había hecho hasta antes de llegar a La Boca. Incluso al bueno de su arquero Campaña se lo vio dubitativo. Apenas pudo cruzar la mitad de la cancha en la primera parte el Diablo, que tuvo la cola entre las patas.
Boca hizo lo que tenía que hacer cuando lo tenía que hacer. Y su mayor virtud fue que lo hizo parecer sencillo. Pecó de inexperto Franco en el penalazo que le hizo a Pérez. La definición contra el palo derecho de Benedetto puso el 1 a 0. Pavón dejó desparramado a Bustos y tiró el centro para que la cabeza de Benítez extendiera el resultado. Y Benedetto se encargó de dejar en claro que Boca tiene un nueve demoledor para liquidar el partido en el complemento.
Con 9 puntos por jugar y con 4 de ventaja sobre River, este Boca se metió la mitad del título en el bolsillo. Ganando dos de tres será el mejor.