Olimpo sacó provecho del derrumbe de Huracán luego de un penal muy discutido
Pitana, a instancias del asistente Aumente, cobró adentro del área una falta a Caballuci que era afuera.
Los estados anímicos opuestos, formateados entre semana, con los que llegaron al duelo clave por la Permanencia quedaron en evidencia en la primera media hora. Huracán, con el pecho inflado por su heroica clasificación en la Sudamericana, dominaba terreno, juego y situaciones, contra un Olimpo que parecía seguir groggy tras la dolorosa derrota en el inconcluso mano a mano ante Arsenal, que lo había devuelto a puestos de descenso. Entre Mariano González y Alejandro Romero Gamarra se asociaban para inclinar la cancha hacia Adrián Gabbarini e Ignacio Pussetto, de llevar el desnivel al marcador, con un zurdazo leve, pero preciso. Todo era vertiginoso y del Globito, hasta la posibilidad de ponerse 2-0, impedida por un más que oportuno cruce de Rodríguez a Briasco.
A esa altura, nada hacia pensar que en ese cierre a ras del piso del uruguayo y en el posterior tiro alto de Romero Gamarra, se iban a esfumar las últimas chances ciertas del visitante de quedarse con el partido. Solo una situación inesperada, un cortocircuito podía frenar un engranaje casi perfecto para los de Parque Patricios. Y los cables se le pelaron al árbitro, cuando Romat y Caballuci llegaron empardados y cayeron dentro del área grande de Díaz. Pitana, que había amagado con cobrar tiro libre para el local al borde de la línea de cal, consultó con el asistente Marcelo Aumente, antes de dar penal para Olimpo, tras una situación muy confusa. Parecía que el arquero hacía justicia al atajarle el remate a Coniglio, pero el rebote le quedó justo en la cabeza al 9 para cambiarla de palo. Desde allí,
Huracán se derrumbó y el equipo bahiense, con otro cabezazo de su goleador, ante un centro preciso de Cabalucci y una mala salida de Díaz, más un tiro de emboquillada con tres
dedos de su figura, dio vuelta la tortilla y la cocinó en apenas 8 minutos. De casi condenado, pasó a dejar abajo a su propio rival, en la tabla más temida.
La apuesta ofensiva de Juan Manuel Asconzábal en el primer tiempo había sido tan fuerte, que se quedó
sin fuerzas para el complemento, en el que realizó solo dos cambios. Si bien con el ingreso del Rolfi Montenegro y una línea de tres en el fondo, tuvo más el balón, Pussetto y Romero Gamarra, ya no eran los mismos del comienzo y la etapa transcurrió casi sin chances de gol para sus dirigidos. Apenas el lateralRomat se aproximó con un cabezazo tras un tiro de esquina.
Olimpo, de contragolpe y liderado por Caballuci, estuvo más cerca de aumentar que de terminar sufriendo, aún, después de la expulsión de Villarruel. Pese al contratiempo, el equipo de Sciacqua terminó por consolidar una victoria imprescindible que lo saca de los cuatro del fondo en los promedios y lo fortalece para enfrentar a los que se vienen, nada menos que Independiente y Boca. Además, lo mandó a Huracán a vivir con esa amarga situación de tener el precipicio más cerca. Al equipo visitantele urge no marearse y fortalecer su autoestima para evitar bajones tan profundos como el de ayer.