La defensa inédita que le trajo seguridad al equipo
En la ya lejana primera fecha de este larguísimo torneo, el 28 de agosto de 2016, Boca fue a la cancha de Lanús con Guillermo Sara en el arco, Gino Peruzzi y Frank Fabra en los laterales, Santiago Vergini y Juan Insaurralde en el centro de la zaga. Ayer, casi diez meses después de aquella derrota inicial, el equipo de Guillermo Barros Schelotto empezó con Agustín Rossi en la valla, Leonardo Jara y Jonathan Silva en los costados, Fernando Tobio y Lisandro Magallán en el medio de la defensa.
Este quinteto tuvo su estreno hace dos semanas, en la Bombonera, para el crucial clásico versus Independiente. Boca necesitaba un triunfo para aprovechar la caída de River ante San Lorenzo. Y su línea de fondo cumplió. Con el auxilio permanente del colombiano Wilmar Barrios, a estas alturas uno de los jugadores más reconocidos por el hincha xeneize, bloqueó cualquier intento peligroso del conjunto de Avellaneda. No faltó aspereza tampoco para marcar a Martín Benítez y Ezequiel Barco, los dos más desequilibrantes.
Anoche, frente a un rival menos peligroso pero que igualmente venía de vencer a uno de los grandes (San Lorenzo) y empatar con otros dos (Independiente y Racing), la formación defensiva casi no dio oportunidades. Apenas generó susto un cabezazo de Pablo Lugüercio en el poste.
Si Jara (salió contracturado) se recupera, es un hecho que Guillermo mantendrá esta retaguardia. El ex polifuncional de Estudiantes ofrece más garatías, sobre todo de aire, que Peruzzi. Tobio luce más seguro que Vergini, quien había jugado todos los minutos hasta el 1-3 ante River. Magallán es fija por la lesión de Insaurralde y Silva parece haberse impuesto sobre Fabra en la pelea por la camiseta número 3. Jonathan, además, demostró que también puede llegar y definir en el área contraria.