Newell’s, Lanús y un punto que no le sirve a ninguno
Los dos necesitaban ganar para acomodarse en la lucha por ir a la Libertadores, pero no supieron cómo hacerlo.
Lo tenía Newell’s. Por ganas, inteligencia y algo de juego. Pero se durmió en la última pelota, en un bochazo cruzado que parecía fácil de rechazar. Lanús, aun apático y desconocido, no desaprovechó semejante regalo. Y el empate, al cabo, fue un castigo para ambos pensando en el objetivo de sacar un ticket para la próxima edición de la Copa Libertadores.
El Coloso del Parque es otro estadio sin su gente, sin sus banderas, sin sus cánticos. Ayer volvió a estar cerrado por aquel proyectil que impactó en la cabeza del juez de línea en el epílogo del clásico. En esa inusual -y triste- postal jugaron Newell’s y Lanús un partido clave para sus aspiraciones coperas. El local estrenó técnico, Juan Pablo Vojvoda, quien asumió un breve interinato (Juan Manuel Llop se hará cargo a partir de julio) tras la traumática salida de Diego Osella. Conocedor de las Inferiores, el nuevo DT apostó por sangre joven ante algunas bajas obligadas. Le dio cabida a Milton Valenzuela, un lateral zurdo que viene pidiendo pista, armó un doble cinco con Brian Rivero y Jail Elías, y le ratificó la confianza a Héctor Fértoli, de buen presente con Osella. El plan funcionó.
Newell’s lastimó de entrada (gol de Fértoli tras una fina habilitación de Scocco) y maniató a Lanús (casi no pisó el área rival) en todo el partido. Pero en la última Formiliano falló en el cálculo, Escobar no cerró y la visita se llevó más de lo que mereció con un cabezazo de Braghieri.