Están invitados a la fiesta
Guillermo, en nota con Clarín, imagina un recibimiento inolvidable para el plantel campeón, sobre todo a Benedetto, Centurión y Pavón. “Crecieron mucho”, dice. El entrenador también apunta que “hubo una crítica fácil y rápida contra Boca, ninguno contó lo
El 7 Bravo lo logró. A todas sus vueltas olímpicas como jugador con la camiseta azul y amarilla le sumó otro título. Ahora como técnico. Esta tarde en la Bombonera celebrará con la gente de Boca un campeonato que lo disfrutó y que ahora, cosas de este club, lo obliga a ir por una Copa LIbertadores. A solas con Clarín, Guillermo Barros Schelotto repasa lo que se vivió y lo que viene por delante.
-El “Que de la mano de los Mellizos” ya se se cantó otras veces, pero ahora sos campeón. ¿Cómo vas a vivir el recibimiento de la gente de Boca?
-No lo pensé, pero va a ser una alegría enorme entrar a la Bombonera como técnico campeón. Porque a mí como jugador me tocó vivir todas alegrías y diez años muy bue-
nos, pero como técnico, al principio, nos clavamos una espina con la Libertadores al quedarnos en las semifinales. Y más allá de que nosotros veíamos que el equipo funcionaba, tuvimos que esperar todo un año para ser campeones. Es una alegría distinta, pero es una alegría muy grande.
-¿No la comparás con los títulos que ganaste como jugador?
-Son 16 más 1, como leí por ahí. Está afuera del resto porque es incomparable la sensación. En el escudo de Boca hay 17 estrellas de las que fui parte. Esta es desde otro lado, porque me encuentra mucho más maduro. El tiempo que pude estar en mi casa con mi familia lo disfruté mucho más.
-¿Que el final del torneo se haya vivido un mano a mano contra River lo volvió un título especial?
-En el final justo coincidió que fue con River, Banfield y Estudiantes. Dejamos abajo a los tres. Cumplimos con todos (se ríe, al advertir que está
El peor partido de este campeonato fue contra Huracán y los mejores fueron los clásicos. Ganamos cuatro con claridad”.
identificado con los tres clásicos rivales). Hubo varios equipos peleando, fueron cambiando con las fechas, pero nosotros agarramos la cima en la fecha 13 y no nos bajamos más. Ser campeón con Boca es especial, no contra quién.
-Bianchi dijo que ahora tenés que ir por la Copa. ¿Te puso presión?
-(Más risas) Es lógico. Es la exigencia posterior a ganar el torneo local. Pero no podemos proyectar demasiado para la Copa. Primero hay que diagramar el plantel y nuestro objetivo ahora es terminar punteros del campeonato en diciembre. Hay una presión histórica con Boca.
-Los equipos de Lorenzo, Bianchi y Russo que ganaron la Libertadores tenían jugadores grandes. Este plantel es joven. ¿Pensás que se puede ganar la Copa sin grandes?
-Creo que sí. El tema es que para que arranque la Copa faltan ocho meses y no sabemos la cantidad de gente que se va a quedar o a ir. El hecho de haber sido un campeón con tantos goles repercute afuera y hace que lleguen ofertas. Benedetto, Pavón y Centurión las van a tener. Bentancur ya se fue y tenemos que ver qué pasa con los préstamos que se vencen. No podemos ni hablar de la Copa, más allá de que es el sueño de todo Boca y el gran objetivo. Yo pedí que no se vaya nadie, pero si llegan ofertas insuperables es difícil.
-¿Afectó al plantel ese clima nocivo que se percibía sobre Boca durante las últimas semanas?
-Nunca le presté atención a lo que se dijo. Hubo una crítica fácil y rápida contra Boca. Y contra eso el plantel y yo no podemos hacer otra cosa que trabajar para demostrarle a toda a esa gente que estaba equivocada. Durante el año nadie contó los goles que hicimos.. . Desde hace 15 años que no hay un campeón con tantos goles. Algo teníamos, ¿no? Lo que sí creo es que, más allá de ser uno de los equipos con menos goles en contra, podríamos haber rendido mejor defensivamente. Hay goles que nos hicieron en situaciones que debimos resolver de otro modo.
-¿Es la consecuencia de arriesgar?
-Con el hecho de arriesgar quedan expuestos en la última línea, puede ser. Pero también por nuestro estilo le dimos la posibilidad al rival de hacernos daño cuando con una resolución simple se podía cortar esa chance. Hubo errores individuales y colectivos. En la defensa debimos hacer un mejor papel. Igual,creo que tenemos que seguir en nuestro estilo. Elegimos este camino y, al margen de alguna derrota, estamos seguros de que debemos insistir.
-¿Por cuánto tiempo vas a renovar?
-Daniel (Angelici) lo dijo públicamente pero cada vez que quiso hablar le dije que no quería pensar en eso. Me imagino que va a ser un año y medio. Si me ofrecen quedarme hasta el fin del mandato de esta CD (diciembre 2019) también lo aceptaría. En Boca estoy como en casa.
-Siempre dijiste que para ganar hay que jugar bien. Menos en un partido del torneo. ¿Por qué?
-Sí, contra Newell´s. Veníamos de perder el clásico y lo único que iba a devolverle tranquilidad al plantel y a la gente era un triunfo. Con Huracán sentimos lo mismo, pero jugamos el peor partido del torneo. Los mejores fueron los clásicos. Racing, Independiente, River allá e Independiente. Aquellos de 2016 fueron muy importantes. -¿Terminaron extrañando a Tevez? -Las individualidades, en especial los tres de arriba, crecieron. Se hicieron cargo de la ausencia de Tevez y eso fue importante para el equipo. Entre todos suplieron una ausencia que siempre es difícil. Lo mismo pasó con las lesiones que tuvimos, que fueron muchas y complicadas. Ahí salió a flote la calidad del plantel.