El Boxi es guapo, bravo y campeón
Brian Castaño. Le ganó en dura pelea y fallo dividido a Michel Soro y retuvo el título mundial superwelter.
El puño en alto, los dientes apretados y un grito entrecortado fueron la descarga emocional para ponerle el broche de oro a ese final que parecía de película. La incertidumbre se había prolongado durante varios minutos en una decisión en el conteo de los puntos cuya inexplicable demora puso los nervios de punta a todos los espectadores y le dio una cuota de suspenso aun mayor a una pelea que había tenido todos los condimentos para ser catalogada como heroica, en la que el argentino Brian Carlos Castaño (el único campeón mundial masculino que tiene el boxeo argentino en la actualidad) retuvo el título interino superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al vencer por
puntos y en fallo dividido al franco-marfileño Michel Soro en el Casino de Evian, una ciudad a orillas del lago Ginebra, limítrofe entre los paradisíacos Alpes franceses y Suiza.
Sin el apoyo político deseado, ni el interés de las principales empresas promotoras para sumarlo a sus filas, el púgil de 27 años y oriundo de Isidro Casanova bancó con todo un combate en el que a priori no era considerado como el favorito. Sin embargo, en su debut en un escenario europeo y en la primera defensa de su cetro, expuso el caudal de su prolija formación técnica y una sucesión de recursos ofensivos y contraofensivos para consagrarse como ganador y extender así su invicto a 14 victorias (10 por KO) en igual cantidad de combates.
“Fue una pelea pareja, sabíamos que de visitante tenía que trabajar un poquito más. Fui manejando la pelea a medida que pasaban los round y en los últimos rounds salí a tirar todo. Soro es un gran peleador, un boxeador muy rápido. Golpea muy bien, así que tuvo que presionarlo desde el principio, intentando mantener la distancia”, confesó “El Boxi” (apodo que desbancó al primigenio “Sugar Ray” en un claro tributo al estadounidense Leonard, quien logró títulos mundiales en cinco categorías) desde el cuadrilátero tras la dramática e infartante espera para develar la decisión de los jueces.
La pelea fue apasionante de principio a fin, y por momentos no tuvo respiro. Castaño fue decidido a marcar terreno desde el comienzo. Dominó los primeros y los últimos rounds, cuando consiguió una diferencia que sería importante. Mostró esa cuota de carácter necesaria a sabiendas de que en terreno ajeno valen tanto los golpes como la personalidad para salir airoso y no quedar luego expuesto a los riesgos que conlleva sortear el veredicto como visitante.
En el medio, del quinto al noveno, fue cuando Soro -de 29 años, radicado en la ciudad francesa de Villeurbanne- aceleró el ritmo y en algunos pasajes equilibró la contienda y hasta lo puso en jaque. Sin embargo, se repuso y ofreció sus mejores cartas para ganar por fallo dividido, con dos tarjetas favorables por idéntico conteo, 115-113, y una para el nacido en Abiyán, Costa de Marfil, por un llamativo 116-112.
Cada vez que el argentino tiraba contra las cuerdas al retador mostraba sus credenciales y dejaba en claro que es un pegador que no se achica frente a un marco adverso. En cambio, Soro -30 peleas ganadas, 20 de ellas antes del límite, dos ante los argentinos Javier Maciel y Héctor Saldivia, y un revés ante el ucranio Zaurbek Baysangurov en mayo de 2012 con el doble título OMB y IBO en disputa- prefirió mayormente el contacto a la distancia, con buenos derechazos largos y el plus de contar con una ventaja de diez centímetros en su estatura.
El gran mérito de Castaño fue reaccionar siempre a triempo. El mejor ejemplo fue el sexto round, que había sido dominado de punta a punta por el local, pero que en el cierre encontró una derecha profunda del argentino.
El final fue realmente infartante. Con las tarjetas parejas pero con una mejor imagen de Castaño, las dudas empezaron a multiplicarse al ver que los jueces demoraban innecesariamente la decisión mucho más de lo habitual. La cadena de televisión francesa Canal Plus , en un encomiable manejo de las cámaras, enfocó reiteradamente a los jueces, quienes inexplicablemente desplazaban las tarjetas una y otra vez hacia ambos lados del tablero en una evidente señal de confusión absoluta y nerviosismo que sorprendió a todos los presentes. El interrogante estaba planteado con el correr de los minutos. ¿Se impondría el peso de la localía a favor de Michel Soro, quien se estuvo entrenando durante seis semanas en el gimnasio Big Bear de California con el prestigioso Abel Sánchez, el entrenador mexicano del kazajo Gennady Golovkin, el campeón del mundo de los medianos en la Asociación Mundial (AMB), el Consejo Mundial (CMB) y la Federación Internacional (FIB)?.
Por suerte para el argentino, no hubo espacio para las sorpresas. Las tarjetas, pese al fallo dividido, lo consagraron como ganador.
“El título vuelve a la Argentina, a mi casa”, había afirmado Castaño con plena convicción cuando se había presentado la pelea.
Torazo en rodeo ajeno, fue una actuación consagratoria para Brian Castaño, quien retuvo el título interino que había ganado el 26 de noviembre cuando superó al puertorriqueño Emmanuel De Jesús en el Polideportivo Presidente Perón, en González Catán.
Al cabo, la concreción cabal de un sueño para dejar atrás esa historia de depresión y ataques de pánico que lo atormentaron hace algunos años. “El Boxi”, el pibe humilde y guapo de Isidro Casanova, dejó ayer marcada a fuego una estela gloriosa en el plano internacional y nada menos que en el territorio galo, como tiempo atrás lo hicieran figuras emblemáticas del boxeo nacional como Carlos Monzón, Julio César Vásquez y Santos Falucho Laciar. En el horizonte aparecen el supercampeón cubano Erislandy Lara y el estadounidense Demetrius Andrade como el campeón regular. Le espera, claro está, un futuro por demás auspicioso.
Castaño tiene 27 años, invicto en 14 combates y es el único argentino campeón. Dos jurados lo vieron ganador por 115113 y un tercero le dio la pelea a Soro por 116-112.