“Antes les daba la razón a los técnicos; ahora, si no estoy convencido de un refuerzo, no lo traigo”
Daniel Angelici (53) recibe en una oficina cedida. La suya está en remodelación. “Llevaba seis años en ese lugar y necesitaba modernizarla un poco”, explica. ¿Hará lo mismo con la Bombonera, inaugurada en 1940?
“El estadio debe ser una cuestión de Estado boquense que involucre a todas las agrupaciones del club. Por eso las convoqué a una reunión (programada para el jueves, se pospuso para hoy). Tenemos que escucharnos y, si no hay acuerdo entre nosotros, estoy decidido a avanzar con un plebiscito entre los socios”. -En sus viajes al exterior, sobre todo a Europa, ¿vio algo más identificado con Boca que la Bombonera? ¿No es una marca registrada? -Sí, pero necesitamos ampliarla porque una ley (entró en vigencia el 1° de julio) nos reduce mucho la capacidad. Angelici se refiere a la llamada
Ley Moscariello (por Oscar, su promotor, hoy a cargo de la embajada de nuestro país en Portugal). -Esa ley puede modificarse. -Hay un proyecto que va a tratarse en la Legislatura porteña. Acá debemos tomar conciencia de que el fútbol argentino tiene un gran déficit de infraestructura. Los estadios funcionan con habilitaciones provisorias Las últimas obras importantes corrieron por cuenta del Estado: los mundialistas, que son obras de más de 40 años, o el de La Plata. -Para pasarlo en limpio, ¿cuáles son los planes que maneja Boca para agrandar la Bombonera? -Le pedimos al Colegio Público de Martilleros que hiciera un relevamiento entre los 183 vecinos de las manzanas lindantes a la Bombonera (hacia Almirante Brown). Queremos saber quiénes son los legítimos propietarios de esas viviendas. Una vez identificados los dueños, calcularemos cuánto sale comprar esas casas para llevar adelante la idea de un arquitecto esloveno (TomazCamernik) que contempla una estructura colgante sobre los palcos, un acceso peatonal... En los renders queda lindo. -Es una obra que, de concretarse, se inaugurará con otra administración. -Yo no tengo reelección. A fin de 2019 me voy de Boca, pero creo que el club demanda un estadio más grande y moderno. ¿Vos sabés lo que le cuesta a un socio de 70 años subir hasta la tercera bandeja? Ahí hacen falta ascensores. ¿Cómo hacemos en el actual espacio? España cerró un contrato de TV por 1600 millones de euros, pero en canchas con otras instalaciones, con campos de calidad...
No parece un sentimental Angelici. No lo fue con los DT de su ciclo. -Desde hace diez años, el técnico campeón en Boca dura menos de seis meses. Les sucedió a Russo, Ischia, Falcioni y Arruabarrena. ¿Se cortará la racha con Guillermo? -(Piensa, incrédulo por la seguidilla) En la época de Russo no estaba. Me sorprendió. Con Ischia hubo problemas en el verano, un conflicto con Caranta, después vino una eliminación inesperada en la Libertadores... A Falcioni se lo expliqué después de aquel partido con Godoy Cruz (Boca venció 2-1, pero muchos silbaron a un técnico que había sido campeón invicto en el Apertura y la Copa Argentina): la gente quería a Bianchi. Echar a Carlos no fue fácil. Y al Vasco tampoco. -¿Cuál es el argumento para adoptar una medida tan drástica como despedir al conductor de un equipo que venía de salir dos veces campeón? -Tomo la decisión cuando veo que no puede revertir la relación con el plantel. Soy de hablar con los referentes, tengo en cuenta lo que sienten. -¿Cuánto influye la palabra de un entrenador al momento de concretar las incorporaciones? -Antes siempre les daba la razón a los técnicos; ahora, si no estoy convencido de un refuerzo, no lo traigo. En este tiempo sumé experiencia. Igual atiendo lo que dicen, sobre todo si dirigieron a ese jugador. A Guillermo lo cargo: ‘Mirá que la primera opción no tiene que ser obligatoriamente uno de Lanús’, le digo. -Desde 2012 hasta la actualidad estuvieron como capitanes Riquelme, Schiavi, Orion, Díaz, Tevez, Gago. ¿Quién es el que mejor ha expresado el espíritu de Boca? -Román y Carlos son indiscutidos, por peso específico, por su condición de ídolos. Hoy está Fernando y es un muy buen capitán, de Inferiores, con experiencia, ha jugado en Real Madrid, Roma y la Selección, con todo lo que eso significa. -¿Es posible ocuparse de tantos frentes a la vez? Boca, la AFA, la Superliga, política nacional... -Cuando me intereso en un tema, voy a fondo, estoy encima, le dedico muchas horas. Hoy mis prioridades son Boca y la AFA. Tengo un cargo en el Colegio Público de Abogados, pero seguramente lo dejaré en abril. Tampoco sé si voy a continuar en el fútbol después de 2019. -¿Y cuáles son los objetivos para alcanzar en estos dos años y medio? -Nosotros podemos mostrar gestión en Boca, club grande, ordenado, con superávit. Ojalá sepamos trasladar eso a la AFA y convertirla en una federación profesional, seria y fuerte. -¿Cuál es el modelo de organización deportiva en el mundo? -Hoy es la NBA, pero hay muchos lugares donde se hacen bien las cosas, como en Chile, sin tanta plata. Por ejemplo: tenemos que ser capaces de armar un fixture al principio de la temporada y cumplirlo.