Lo que viene: “Para todo tenista, jugar Wimbledon es hermoso”
Wimbledon es un torneo especial para Gustavo Fernández. Sobre el césped londinense festejó su primer título en un Grand Slam en 2015, cuando se consagró campeón de dobles junto al francés Nicolas Peiffer. Seguramente ese recuerdo aflorará esta semana en su mente, cuando el cordobés vuelva a hacer girar su silla de ruedas por las canchas del torneo al que llega con mucha motivación y un objetivo simple: jugar un gran tenis.
“Las expectativas son altas. Venimos trabajando bien y la idea es mantener el nivel, más allá de si ganamos o perdemos. En Roland Garros hice un torneo excelente y perdí en la final. Pero creo que jugué uno de los mejores tenis que he jugado en mi vida. Por eso no tengo un objetivo en cuanto a resultados. Quiero seguir evolucionando y puliendo las cosas que se tienen que pulir y mantener la línea de trabajo y de competencia de los últimos años”, anticipa quien buscará su tercera corona en singles en un torneo grande.
Su ilusión no tiene sólo que ver con lo deportivo. “Para todo tenista, jugar Wimbledon es hermoso, por lo que significa estar allí y ser parte de ese espectáculo. Lógicamente es diferente a los torneos que vivimos durante el año en el circuito, porque hay mucho más poder económico, mejores instalaciones y más medios. Por eso, todo se intensifica mucho más”, cuenta Gustavo. Y cierra con un deseo: “Ojalá el tenis en silla evolucione y algún día todos los torneos tengan una base de instalaciones, de difusión y de público mucho más alta de la que se tiene ahora. Ojalá en el futuro podamos disfrutar de todo eso no sólo en los Grand Slams”.