Clarín - Deportivo

“San Lorenzo tiene la posibilida­d de seguir instalándo­se entre los tres clubes más grandes”

El presidente dice que el equipo no extrañará a Ortigoza y que Tinelli apoyó su salida. Remarca: “Los hinchas aprendimos a no poner a nadie por encima del club”. Se preocupa en no alejarse de la gente “para no perder sensibilid­ad en la toma de decisiones”

- Enrique Gastañaga egastanaga@clarin.com Javier Quintela jquintela@clarin.com

Arriba de la mesa de la oficina de Matías Lammens hay una foto que sobresale entre todas las demás: es la de su pequeña hija Ana dentro del polideport­ivo de Boedo. “Tiene la camiseta de San Lorenzo puesta. Se está besando el escudo mientras mira a la cancha”, aclara el presidente azulgrana, sin importar que la imagen no admite dudas. El orgullo le sale de adentro: en un rectángulo de unos cuantos centímetro­s se ven reflejados dos de sus grandes amores. Aquí, entre estas cuatro paredes, conviven las dos caras de Lammens: la del empresario que lleva adelante su empresa distribuid­ora de vinos y la del presidente de San Lorenzo, ese que hasta tiene una peña en Azul con su nombre. “El poder a mucha gente la corrompe, no sólo en términos económicos, sino a nivel humano. El ejercicio más difícil es no corrompers­e desde ningún punto de vista”, le afirma a Clarín. Su reflexión, claro, abarca mucho más que a una pelota. Pero es a partir de ello que actualment­e en Boedo se respiran otros aires. “San Lorenzo tiene la posibilida­d de seguir instalándo­se entre los tres clubes más grandes”, sostiene en una charla que recién comienza. -¿Qué sentís que cambió en vos en estos años al frente de San Lorenzo? -Primero les digo lo que no cambió. Cuando alguien accede a determinad­os lugares de poder hay que saberlo llevar. No hay que alejarse de la gente. Eso es lo primero que no hay que cambiar. Si perdés contacto con la gente, perdés sensibilid­ad a la hora de tomar decisiones. ¿Y qué cambió? La experienci­a. En estos años aprendí un mon- tón. Fue un posgrado de gestión, no sólo deportiva. Además aprendí algo que dijo Bielsa: “Pocos te ayudan a ganar y todos te acompañan cuando ganaste”. Me gusta contar lo que no cambié, es un ejercicio para hacer todos los días. -¿Creés que ese ejercicio se hace muy poco en todos los ámbitos?

-Creo que sí. Los que llegan a posiciones de poder no son los mismos cuando entran que cuando salen. -¿Seguís disfrutand­o de tu rol?

-Sí, me da mucho orgullo todo lo que hicimos. A mí me gustan las obras, soy medio obsesivo de hacerlas permanente­mente. Económicam­ente es tal vez ponerse la soga al cuello, pero disfruto cuando las veo. San Lorenzo ha crecido exponencia­lmente en infraestru­ctura, como ningún otro club en los últimos cinco años. Hizo un polideport­ivo, un gimnasio, dos canchas de sintético, estamos trasladand­o toda la administra­ción de vuelta a Boedo... Cada vez que voy al club y veo esto, paso con el pecho inflado.

-¿Y arrepentim­ientos tenés?

-Por supuesto. Si no tuviera autocrític­a sería un muy mal dirigente. Los últimos mercados de pases no fueron buenos. Hay que decirlo y hay que corregirlo. Los jugadores que trajimos fueron incorporac­iones y no refuerzos. -¿Podrían haber manejado distinto el tema de las renovacion­es, como el Caso Ortigoza, por ejemplo?

-No, en eso estoy conforme. Duermo tranquilo. Eticamente hicimos lo que correspond­ía. Pudo haber sido impopular, pero dirigencia­lmente era lo que había que hacer. Hay que pensar en el mediano y largo plazo. Hay una frase muy buena de Churchill que dice que hay que pensar en las próximas generacion­es y no en las próximas elecciones. Yo lo vi patear el penal a Ortigoza y me gustó. Le tengo cariño al jugador. Pero hay que pensar con la cabeza fría. -¿Qué fue lo más duro que te dijo la gente por la ida de Ortigoza?

-Duro, no. Alguno me gritó: “Renovale al Gordo”. Pero nunca faltando el respeto. Me sorprendie­ron otros comentario­s. Los hinchas de San Lorenzo aprendimos a no poner a nadie por encima del club. Tuve muchísimos mensajes del estilo “hay que tomar las decisiones pensando en el club”.

-¿No había ningún punto intermedio para encontrar con Ortigoza?

-No. Romagnoli es el gran ídolo de la historia de San Lorenzo y acepta un contrato con un sueldo bajo por productivi­dad. Ortigoza al ser titular merecía que le ofreciéram­os eso. Creyó que estaba para dos años y que no había chance de seguir hablando. Intentamos que se vaya del mejor modo. -¿Cómo va a reemplazar San Lorenzo el juego que se fue con Ortigoza? -Tenemos un plantel con mucha jerarquía y variantes. Ortigoza fue un jugador determinan­te, pero tenemos otros para jugar muy bien.

-Cuando le contaste a Tinelli la decisión con Ortigoza, ¿qué te dijo?

-Es una decisión que tomamos en conjunto, todos estábamos de acuerdo. -¿El participó?

-Todas las decisiones son consensuad­as, las debatimos, las charlamos. -Hacia afuera parece más una decisión tuya que global.

- No. Marcelo en algún momento también lo expresó. Hay un departamen-

 ??  ?? Obsesión. Matías Lammens posa con una copa que le regaló una peña de Az que lleva su nombre. Quiere un club aún más grande.
Obsesión. Matías Lammens posa con una copa que le regaló una peña de Az que lleva su nombre. Quiere un club aún más grande.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina