Boca tuvo un sábado feliz porque arrasó por triplicado a River
Le ganó en Cuarta, Quinta y Sexta, en Ezeiza. Del gol de Roskopf a la historia de Peter Grance Martínez.
La secuencia se repitió tres veces durante la jornada de los clásicos de la 15ª fecha del fútbol de Inferiores: los juveniles de Boca saltando, cantando y siendo felices en uno de los vestuarios -el local- que tiene el club en su nuevo y hermoso predio de Ezeiza. La desazón, unos metros al costado, tuvo a los chicos de River como protagonistas. Y es que Boca arrasó en los clásicos al ganar los tres partidos que se jugaron. La Cuarta se impuso 2-0, la Quinta 2-1 y la Sexta 1-0. Lo destacable, igual, fue la adultez y la lealtad con que los chicos compitieron. Aquella frase hecha bandera
(“Somos rivales no enemigos”) esta vez -y se celebra- no fue en vano. La revancha para los de Núñez puede llegar pronto: pasado mañana jugarán las categorías menores (Séptima, Octava y Novena), en el predio de River.
El choque de Cuarta fue el más trabado. Hay una explicación: son juveniles de 18 años que ya tienen rodaje en Reserva y prácticas con los plan- teles de Primera. Matías Roskopf anotó el segundo gol con una cabezazo potente (el primero lo había marcado Lisandro Cabrera). “Sabíamos que iba a ser un partido duro y que además de jugar íbamos a tener que meter. Este equipo siempre juega con la frente en alto”, le explicó el goleador de apellido alemán a Clarín. “Hacerle un gol a River te regala una sensación distinta”, amplía el nacido en Paraná hace 18 años. Delantero, rubio, alto y potente, Roskopf formó parte de los seleccionados juveniles argentinos e incluso Rodolfo Arruabarrena lo colocó dentro de la lista de futbolistas que disputaron la Copa Libertadores 2016. Aún no debutó en Primera.
“Trabajo para que el sueño se cumpla. Sé que no me tengo que apurar. El año pasado tuve la suerte de ser el goleador de la Quinta, con 17 goles, y este año arranqué bien en Cuarta y sumando minutos en Primera”, dijo.
El de Cuarta, además, fue el choque que contó con jugadores famosos. En River jugaron Mauro Burruchaga y Gianluca Simeone, hijos de Jorge Luis y de Diego Pablo. Burru se movió como volante central y no tuvo una gran actuación; el Cholito, delantero de área como su hermano Giovanni, participó poco del juego. ¿Destacados en River? Mauricio Vera, un volante mixto criterioso, ambidiestro e inteligente para correr la cancha y Facundo Medina, lateral izquierdo po- tente, hábil y con mucha proyección, que ya jugó un amistoso con Olimpia.
En la Quinta hay una historia particular y es la de Peter Iván Grance Martínez, quien marcó de cabeza el primer gol de la victoria por 2-1 (el segundo fue de Adrián Sánchez; descontó Mateo Martínez). Peter es lateral izquierdo y lleva convertidos 3 goles (Olimpo, Arsenal y River). Es de Tigre y está en el club desde 2011. Cuenta que arrancó como extremo, que fue volante y que ahora lo pasaron a defensor. Tiene una marca: le falta la mano izquierda. “No me molesta hablar del tema. Es algo que tengo de nacimiento y no me complica ni siquiera para hacer los laterales”, le dice Grance Martínez a Clarín. Y sigue: “Acá siempre me trataron muy bien y lo menos que hago es pensar en la mano. Yo le meto para adelante”. Al igual que Roskopf, sueña con llegar a Primera. Mañana arranca la pretemporada de Reserva con Schiavi. Y avisa que tiene como referente al brasilero Marcelo, de Real Madrid. Boca ganó el clásico con 9, por las expulsiones de Luna Diale y Rosales.
El último partido fue el de Sexta y también festejó Boca con el gol de Facundo Fernández. Los dirigidos por Héctor Bracamonte consiguieron la ventaja a los 4 de la segunda parte y aguantaron sin problemas.
Tres jugados y tres ganados, la alegría, está vez, la monopolizó Boca.