Pese a los triunfos, Bolt llega con dudas al Mundial, la última función de su vida
El 5 y el 12 de agosto, en Londres, el más grande atleta de la historia correrá los 100 metros y la posta 4x100.
No fue una carrera más. Fue especial, con un sabor distinto, permeable a la emoción. Usain Bolt, el 13 veces campeón mundial y ganador de ocho medallas de oro olímpicas, afrontó otra vez el reto de los 100 metros, la competencia más importante del atletismo. Llegó a la reunión de la Liga de Diamante como el favorito. Carismático y confiado en sí mismo, a falta de adversarios que lo comprometieran, lo hizo una vez más. Sin embargo, más allá de la fluidez en su zancada, en esta ocasión lo hizo con un registro decepcionante: por primera vez en la temporada bajó los 10 segundos aunque su 9s95 es una marca que sembró dudas en la previa del Mundial que significará la despedida del atleta más grande de la historia.
El hombre más veloz del planeta (100 metros en 9s58 y 200 metros en 19s19) se colgó la medalla, saludó, sonrió a la gente en el estadio Louis II de Montecarlo y dio una vuelta triunfal antes de posar con las porristas. Pero ahora se plantea como su último desafío competir dentro de dos semanas en la máxima cita en Londres. El 5 de agosto participará en los 100 metros y siete días después en el relevo 4x100 sin tentar suerte en los 200 metros, la distancia en la que siempre se sintió muy cómodo.
No llega en su mejor forma física, Bolt. La escoliosis que afecta su cora lumna vertebral se agravó en los últimos meses y le impidió entrenarse con soltura, más allá de la consecuente consulta (lo hace desde los 16 años) con el alemán Hans-Wilhem Müller-Wohlfahrt, el gurú médico de los deportistas de elite y figuras del espectáculo como Boris Becker, Ronaldo, Michael Owen, Tyson Gay, Michael Greene, Bono y Luciano Pavarotti, a quienes sanó de sus dolencias con un tratamiento mixto de sustancias homeopáticas y acupuntura.
¿Podrá perder en el Mundial el súper atleta jamaiquino, quien ocupa el 24° puesto del ranking mundial? En su entorno aseguran que le pesan los años (cumplirá 31 el 21 de agosto) tanto como las recurrentes lesiones y la falta de motivación acrecentada desde los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, junto con las fulgurantes apariciones del sudafricano Wayde van Niekerk -25 años, campeón olímpico y mundial en 400 metros- y el canadiense André de Grasse -22 años, plata y bronce en los 200 y 100 metros en Río de Janeiro, respectivamentecuyo entrenador denunció que Bolt vetó su participación en Montecarlo.
“Correr por debajo de los 10 segundos siempre es bueno. Fue una carre- emocionante, con mucha energía”, puntualizó Bolt, que en junio había cronometrado 10s03 en Kingston y 10s06 en Ostrava, República Checa).
El viernes partió en un segundo puesto en una discreta salida que lo obligó a realizar su clásica remontada pero potenció la incertidumbre hasta los dos tercios de la carrera, cuando estableció esa pequeña diferencia para dejar atrás por tres centésimas al estadounidense Isiah Young, que lo presionó hasta el último aliento en el tramo final de la prueba. “Siento que es el momento de retirarme porque ya he cumplido mis objetivos”, dijo.