Gudiño: “Lo que estoy viviendo es un premio”
FUE PADRE MUY JOVEN, PENSÓ EN DEJAR EL FÚTBOL Y AHORA JUEGA EN UN GRANDE El cordobés, nacido en una familia humilde, tuvo una vida a puro sacrificio. Ahora, hasta sueña con la Selección.
Muchos sentirían presión al tener que entrar a una cancha repleta de miles de personas a disputar un partido. O perderían la calma si pasan los días y una posible transferencia tarda en llegar a buen puerto. Gabriel Gudiño no entra en esta categoría de personas. También pretendido por River y Racing, este volante de 25 años nacido en Porteña (un pueblo al noreste de Córdoba) acaba de firmar contrato con San Lorenzo y está ante la gran oportunidad de disputar la Copa Libertadores por primera vez en su vida. Sin embargo, mientras charla con Clarín sólo hay calma en su voz. “Todo lo que estoy viviendo es un premio. No me pone nervioso, todo lo contrario. Nervioso estaba cuando no podía llevar el pan a mi casa. Esto es todo tranquilidad”, asegura el ex Atlético de Rafaela, que hace algunos años estuvo a punto de dejar el fútbol porque no le alcanzaba el dinero para ayudar a su familia, pero que ahora disfruta de un presente que lo tiene como una de las figuras del fútbol argentino.
-¿Hubo alguien que te ayudó para no largar todo?
-Mi familia es la gran responsable. Hace algunos años no me daba el cuero con todo. Tenía que laburar ocho horas, ir a entrenar, a estudiar y también pasar tiempo con mi hija recién nacida. Y al día siguiente sabía que tenía que hacer todo de vuelta. Había días que pensaba: “Bueno, basta, dejo el fútbol”. Pero gracias a ellos nunca renuncié a mi sueño de jugar en Primera. Tengo cuatro hermanos ( NdR: Gerardo, Georgina, Lorena y María Inés) y somos todos muy unidos. Ellos siempre me bancaron en todo momento y me aconsejaron. Yo soy lo que soy gracias a ellos. Había veces que me tenía que quedar hasta tarde trabajando y ellos me llevaban la ropa de entrenamiento para después po- der ir a practicar. Si en esos momentos en lo que todo me costaba el doble me tomaba las cosas tranquilo, imaginate ahora.
-¿Cómo te las ingeniabas en aquel entonces?
-Fui padre a los 18 años , ahora tengo 25 y ya tengo dos hijos (Benjamín, de seis, y Jazmín, de dos). Cuando llegó el primero tenía que laburar de algo, no quedaba otra. Ahí jugaba en el Argentino B y no me alcanzaba sólo con eso, entonces era necesario hacer algo más. Hice de todo en ese entonces. Fui electricista, albañil, arreglé las cloacas en mi pueblo, atendí en una heladería... Me las rebuscaba de cualquier forma. Mientras hacía eso me acomodaba para poder ir también a entrenar.
Con apenas diez años, Gudiño comenzó a jugar en Porteña Asociación, club de su pueblo. Luego pasó por 9 de Julio de Morteros, Las Palmas (Córdoba), Libertad (Sunchales) y Atlético de Rafaela, hasta ahora llegar a San Lorenzo.
-¿Tomás dimensión de todo lo que te está pasando?
-De a poco voy cayendo. Pero siempre me caractericé por ser una persona muy tranquila, de tomarme las cosas con mucha calma. Tuve una infancia muy complicada. Nací en una familia muy humilde y ser papá de joven hizo que siempre tuviera que trabajar para ayudar a mis seres queridos. En esos momentos había problemas todo el tiempo, entonces si no me lo tomaba con tranquilidad todo iba a ser peor.
-Ya cumpliste tu sueño de llegar a Primera. ¿Cuál te queda?
-Ahora tengo otro, que es ser convocado a la Selección Argentina. Ojalá también lo pueda cumplir.