Operación y alivio tras el choque de cabezas
OLARIAGA, DE SAN MIGUEL, SUPERÓ LA CIRUGÍA DESPUÉS DE LA FRACTURA DEL PARIETAL La reacción del árbitro Falcón Pérez resultó decisiva para salvarle la vida durante el partido San Miguel-CADU.
“Fue un procedimiento muy delicado. Ahora nos vamos a tomar 48 horas para que la situación se estabilice”. La palabra de Norberto Furfaro, director médico del sanatorio Finochietto, sirvió para cerrar ayer el círculo de una historia que pudo ser dramática, y que tuvo final feliz: Isaías Olariaga, jugador de San Miguel que protagonizó un estremecedor choque de cabezas con Javier Velázquez, de CADU. Y la decisión del árbitro Yael Falcón Pérez, quien auxilió a Olariaga en pleno campo de juego de Arsenal, resultaría decisiva.
Los árbitros de fútbol suelen ser centro de atención. Habitualmente por jugadas dudosas, discutidas, que los hacen quedar en el ojo de la tormenta. Pero el nombre de Falcón Pérez no trascendió por nada de eso. No sólo intervino salvando la vida de un jugador de fútbol, sino que horas más tarde fue hasta el hospital Argerich para conocer su estado. "Me acerqué el sábado por la noche porque estaba preocupado. Allí su familia me informó que había quedado en observación y que lo iban a trasladar para poder operarlo del golpe fuerte en el cráneo", dijo Falcón Pérez.
Los reflejos del árbitro fueron esenciales en el momento posterior al incidente como para que Olariaga pudiera salvar su vida y lograra ser operado con éxito, ayer por la tarde, en el Hospital Finochietto, tras sufrir hundimiento del cráneo y fractura del hueso parietal. "Por suerte el doctor nos trajo calma ya que la operación fue más simple de lo que se temía. Y aunque en un principio nos dijo que iba a demandar entre tres o cuatro horas, antes de la hora y media ya había culminado. Ahora, quedará en observación entre cuatro y cinco días, y la prótesis se la podrán poner en poco más de un mes", aclaró la madre del jugador de San Miguel.
Si bien el choque de cabezas fue impactante y la posterior convulsión del jugador de San Miguel, estremecedora, Javier Velázquez -el delantero de CADU- eligió las redes sociales para restarle dramatismo a la acción. "Los estudios salieron bien y demostraron que tengo la cabeza de hierro. Quiero agradecerle a Cristo, a mi familia, a mis compañeros y a todos los que me mandaron mensajes y pedirles que oren por la salud de Olariaga que se llevó la peor parte. Que Dios lo bendiga y pueda recuperarse pronto", destacó en su cuenta de Facebook.
Tras las convulsiones, Olariaga había sido trasladado de urgencia desde la cancha de Arsenal (donde se jugó la primera final por el segundo ascenso a la B) al Argerich, donde se le brindó el primer foco asistencial y se lo internó en terapia intensiva. Allí se constató que neurológicamente respondía bien, aunque el hundimiento del cráneo le provocó un coágulo y por ello fue derivado al Finocchietto donde fue operado ayer con éxito.
"En la playa intervine en varios casos de peligro, pero nunca imaginé que me podía pasar en una cancha", admitió el árbitro, que además, durante los veranos es guardavidas en las playas de San Bernardo y es profesor de educación física.