El atletismo adaptado argentino ganó cinco medallas en el Mundial
El atletismo adaptado argentino sigue en franco crecimiento. Después de la gran actuación del año pasado en los Juegos Paralímpicos, en los que se consiguieron un oro, una plata y dos bronces, el seleccionado cerró con un balance muy positivo el Mundial, la primera cita importante de este deporte desde Río de Janeiro 2016.
En Londres, Argentina cosechó tres medallas plateadas y dos de bronce,
que llegaron de la mano de Yanina Martínez, Hernán Barreto y Alain Villamarín.
Cuatro de las medallas celestes y blancas fueron en pruebas de velocidad. Martínez, oro en Río en los 100 metros, sumó platas en esa distancia y en los 200 metros. En tanto, Barreto, tercero en los 100 y en los 200 en los Juegos del año pasado, fue bronce en el hectómetro y plata en los 200. Y Villamarín se subió al tercer escalón del podio en el salto triple. Así, la delegación nacional, compuesta por 16 atletas, terminó en el 48° lugar del medallero, que ganó China con 30 oros, 17 platas y 18 bronces.
Hubo además otras buenas actuaciones de argentinos que quedaron cerca de los podios. Entre los más destacados están el cuarto puesto de Jonathan Avellaneda en salto en alto o los quintos lugares que consiguieron Hernán Urra en bala, prueba en la que se colgó la plata en Río 2016 y Mariela Almada y Florencia Romero en dos categorías diferentes de la prueba de disco.
Esos números reflejan la evolución que viene experimentando el atletismo adaptado argentino. Basta mirar un poco hacia el pasado y repasar las actuaciones en otros Mundiales.
En la cita de Christchurch, Nueva Zelanda, de 2011, Argentina participó con diez atletas, pero no consiguió ningún podio. Dos años después, en Lyon, Francia, se cosecharon tres medallas: la plata de Sergio Paz en lanzamiento de disco y los bronces de Barreto en los 100 y 200 metros. En Doha 2015 hubo otros dos podios, ambos de Yanina Martínez, que fue plata en los 100 y bronce en los 200 metros.