Clarín - Deportivo

Goltz-Magallán, la nueva pareja de centrales ya da señales de firmeza

Experienci­a y juventud para la última línea, ese lugar tan cuestionad­o del equipo. Por ahora, juegan ellos.

- Matías Bustos Milla mbmilla@clarin.com

El pómulo derecho inflamado y con puntos de sutura; la parte superior de la ceja derecha con un apósito ensangrent­ado y una mirada firme, sin siquiera una mueca de alegría. El puño derecho apretado. La imagen del fin de semana de Boca fue para Paolo Goltz, ese marcador central que llegó por expreso pedido de Guillermo Barros Schelotto para hacerse cargo de un defensa cuestionad­a y tierna a la que le agregó, al menos en sus primeros juegos, esa rudeza que parecía extraviada. La cara de Goltz, repleta de cicatrices, se viralizó entre los hinchas y generó un primer acercamien­to emocional del público con el central de 32 años que debió dejar el clásico ante River en el entretiemp­o, pe- se a que le había pedido al cuerpo técnico que lo dejaran en la cancha. “Yo quería jugar en Boca, le había dado la palabra a Guillermo. Para el América la primera opción de salida fue Independie­nte, pero yo les fui claro. Si me iba de México quería ir a Boca, era lo que tenía decidido y por suerte se dio así”, admitió el marcador central que levantó la Copa Sudamerica­na en 2013 con Lanús y con el Mellizo como entrenador. Sin embargo, la tarea de Goltz no será solo la de consolidar­se como el caudillo de Boca -un “cargo” que quedó vacante desde la salida de Daniel Díaz- sino también apuntalar a su lado a Lisandro Magallán, un joven que terminó como titular en el campeón y que encontró el respaldo de Barros Schelotto para este momento. En los tres partidos que jugaron juntos desde el reinicio de la competenci­a oficial (Gimnasia y Tiro de Salta, Olimpo y el Superclási­co) estuvieron firmes y el equipo no recibió goles.

¿Será Goltz/Magallán la pareja que por fin se consolide como titular? En el último lustro, Boca sumó doce marcadores centrales. Los hubo de renombre, desconocid­os, jóvenes, experiment­ados, pero no retuvo a ninguno. “Magallán es joven pero es muy maduro e inteligent­e. Ve muy bien el partido”, elogió Goltz a su compañero. En el Lanús del Mellizo, él moldeó a su lado a Carlos Izquierdoz y hubo buenos resultados. ¿Podrá repetirlo con Magallán? Es su objetivo.

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Goltz. Con las marcas de las heridas del Superclási­co, en el regreso.

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