Riestra le dio mucho trabajo pero Central pudo imponer su jerarquía
Los rosarinoshicieron la diferencia recién a 13 minutos del final. El próximo rival será Boca o Brown de Madryn.
La diferencia de jerarquía y experiencia impidió una nueva sorpresa en esta Copa Argentina. Tampoco hubo equivalencia en las ambiciones: mientras Rosario Central mantuvo un actitud netamente ofensiva, aunque salpicada de falta de claridad en los metros finales, Deportivo Riestra eligió aglomerar mucha gente en su sector defensivo priorizando el cero en el arco propio y llegando poco y nada al arco de enfrente.
Cada uno tiene derecho a plantear el esquema que crea más conveniente, encuadrándose dentro del reglamento por supuesto, y que más le convenga. Es muy válido. Y Deportivo Riestra, con el tremendo impulso de saltar desde Primera D a la B Nacional en apenas cuatro años - más allá del polémico cierre de partido ante Comunicaciones en la segunda final- sabe que no está para jugarle de igual a igual a un Rosario Central sólido y experimentado.
Además le faltan esos dos chiquitos habilidosos y escurridizos que fueron factor de desequilibrio en el pasado campeonato de Primera B. Sin Mauro Ortiz, cedido a Talleres de Córdoba, ni Gonzalo Bravo, emigrado a Al Fujairah de Emiratos Arabes -el equipo dirigido por Diego Mara- dona, figura sumamente ligada a Deportivo Riestra-, el equipo perdió un alto porcentaje de juego. En consecuencia achicó espacios, defendió con mayoría de jugadores, derrochó personalidad y algunas piernas fuertes. La intención era cerrarle todos los caminos a Rosario Central. Y aguantó bastante, hasta los 10 minutos del segundo tiempo cuando de pelota parada, el equipo de Paolo Montero rompió el cerco. Pateó Gil, cabeceó Camacho, tapó Morel y Zampedri la mandó adentro.
Hasta ahí Central había hegemonizado terreno y pelota, parado muy adelante y buscando la forma de romper líneas y desnivelar ante un Riestra disciplinado y tenaz. En el primer tiempo Zampedri lo logró dos veces: exigió una gran respuesta de Morel para taparle un cabezazo y más tarde un derechazo se fue cerca.
Con sus titulares, y su capacidad, Central -acompañado por una multitud de hinchas. venía haciendo todos lo posible. Es cierto que no fue claro, pero mérito de Riestra por impedírselo también.
De otro córner, ejecutado por Sebastián Soto, sorprendió Riestra llegando al empate con un gol de contra de Elías Gómez cabeceando la pelota. El empate se quebró tras un nuevo tiro de esquina. Pateó Gil, hubo un rebote, otro centro, un quedo defensivo y Leguizamón de frente al arco estampó el 2 a 1.
Le costó, pero Central pasó. Ahora espera a Boca o Guillermo Brown.