Defensa le ganó a Estudiantes porque supo aprovechar mejor su chance
La figura en el Unico de La Plata fue Gabriel Arias, quien tuvo cuatro atajadas de arquero “salvapartidos”.
Defensa tiene buenos jugadores y aprovechó la oportunidad que dispuso. Nosotros tuvimos algunas más, pero nos faltó definir”. Gustavo Matosas Este cachetazo nos debe servir para trabajar más. Mejorar lo que está bien hecho y corregir lo que hicimos mal”. Mariano Pavone
Si en verdad existieran los equipos proletarios, Defensa y Justicia sería –hasta su nombre lo ayuda- uno de ellos. Conjunto sustentable, que alimenta sus necesidades con recursos limitados, usando consciente y razonablemente su sentido casi cooperativo de los movimientos, de la idea.
Ayer, con esa lista de argumentos sencillos, trabajó un triunfo destacable que le llevó 82 minutos consumarlo con la única jugada de remate franco al arco rival, no por su contundencia, sino por la astucia de usar a los jugadores en el lugar en el que por su capacidad futbolística deben hacerlo. Si se toma en consideración cuál de los dos equipos llevó más peligro hacia el arco rival hay que decir que Estudiantes, desprolijamente, puso más veces en aprietos al arquero Gabriel Arias frente a los pocos malos momentos que pasó Mariano Andújar en toda la tarde-noche.
Es sabido que en este deporte no gana quien más veces tira al arco, sino el que la emboca. En la mayor parte de sus intervenciones, Arias –tuvo cuatro atajadas de arquero salvapartidosfue llamado a responder ante disparos lejanos, forzados, imprecisos. En cambio, el gol que le dio el premio de los tres puntos, a 8 minutos del final, provino del corte de un pase en el centro de la cancha, de una asistencia de manual y de una ejecución –con mucha suerte, además, porque el remate se desvió en Facundo Sánchezde Fernando Márquez.
En el desglose de la construcción del partido, que fue de tono bastante mediocre, hay que reconocer que Defensa supo, y también pudo, manejar mejor la pelota y repartir a sus jugadores en el campo con mayor acierto que Estudiantes. Leonel Miranda es la pieza central que aporta equilibrio, que siempre está atento para auxiliar cuando el equipo sube y también cuando baja. Y a partir de su cobertura de los espacios siempre flotó en el ambiente que el cuadro de Vivas era el dueño conceptual del trámite, aín sin llegar a Andújar con asiduidad.
La cuestión casi obvia de qué tan probable era que el equipo que Nelson Vivas dirigió en 56 oportunidades hasta mediados de junio, que conoce como la palma de su mano y del que ayer fue su rival, sacara ventaja precisamente por ese conocimiento, tuvo su correlato en los movimientos defensivos, en cómo evitó que Estudiantes lo empujara hasta su propia valla. Equipo desprolijo y arrebatado fue el albirrojo que procuró imprimirle más vértigo a sus escapadas laterales por la izquierda con el ingreso de Sebastián Dubarbier y en algo mejoró.
El despliegue de Fernando Zuqui careció de compañía porque ni el moreno Christian Alemán, encerrado entre la línea y su marcador, ni la Gata Fernández estuvieron finos en la filtración del pase decisivo a Pavone, quien casi no pateó al arco.
Reconocer que la serenata es larga y recién comienza para ambos, y decir que la construcción de perfiles de cada equipo está en veremos es tan cierto como afirmar que ayer ganó el que aprovechó su mejor chance y punto. No hay otro misterio en el triunfo de Defensa.