Clarín - Deportivo

Los Pumas sufrieron el repetido síndrome del cierre de partido

Argentina ganaba por siete puntos a media hora del final. Desde ahí, el local desnudó la distancia entre ambos.

- Marcelo Guerrero mguerrero@clarin.com

“Nos pasó lo mismo de siempre”, se lamentó Matías Moroni.

“Hicimos cosas bien, dimos un paso adelante en muchos aspectos pero siempre queda esa pregunta de diez minutos en el que el partido se nos va”, se sinceró Agustín Macome.

“Cuando tuvimos la pelota, fue un partido parejo. Pero ellos tienen esa capacidad individual y colectiva que les permitió ser superiores en el final. No perdieron la pelota en los últimos 20 minutos, y demostraro­n así por qué son los mejores del mundo”, justificó Daniel Hourcade.

Las sensacione­s en Los Pumas después de la derrota ante los All Blacks en New Plymouth, en la tercera presentaci­ón argentina en el Rugby Championsh­ip 2017, difieren en la mirada pero están atravesada­s por un denominado­r común: la forma en que Nueva Zelanda consiguió el resto en el tramo final para revertir un resultado (mínimament­e) adverso al cabo del primer tiempo, y que a media hora del cierre del encuentro tenía a la Argentina siete puntos arriba (22-15). Finalmente, los de negro ganaron 3922 y disfrutaro­n de su duodécima victoria en fila en el certamen, en el que llevan 764 días sin perder: la última derrota fue el 8 de agosto de 2015, un 27-19 frente a Australia (los Wallabies fueron campeones ese año del certamen), en Sidney.

Pero Los Pumas, y recorrida la mitad del camino, saben que en este sexto Rugby Championsh­ip hay más momentos para sufrir que para disfrutar. Bajo esa premisa debe valorarse que el equipo haya estado más de media hora, incluidos 23 minutos del segundo tiempo, igual o arriba de los All Blacks en el tanteador.

Tras las derrotas por 22 y 18 puntos frente a Sudáfrica, jugar contra el bicampeón mundial en su casa suponía una carga pesadísima para un grupo que viene golpeado por los rigores de la competenci­a y las inclemenci­as de los resultados.

Los peores pronóstico­s parecían cumplirse después del tercer try neozelandé­s en la primera etapa, pero la efectivida­d de los pateadores argentinos (en contraste con la llamativa ineficacia del apertura Beauden Barrett, quien falló todas las conversion­es) mantuvo expectante al visitante.

Que Argentina se haya ido un punto arriba al término de los 40 minutos iniciales, después de un line perdido por los locales cerca de su ingoal, se explica por el óptimo aprovecham­iento que hicieron Nicolás Sánchez y Emiliano Boffelli -consolidad­o ya como un lanzador de larga distanciae­n los intentos a los postes. También ayudaron el dominio territoria­l (61% a 39%) y la disciplina para evitar infraccion­es (apenas dos penales en contra en ese lapso). Aun así, el 16-15 fue mucho premio para un equipo que falló 43 tackles de los 140 que intentó. “También es mérito de ellos. Presentan tantas opciones que es difícil tomar una decisión y eso complica el tackle”, justificó Macome.

El arranque del segundo período dejó a Los Pumas a las puertas de la primera victoria ante los All Blacks: un penal del rosarino Boffelli desde 51 metros, otro desviado por Sánchez, una amarilla al errático Barrett y un nuevo acierto del tucumano permitiero­n llegar al impensado 22-15. Faltaba media hora y el rival jugaría con 14 durante diez minutos...

Cuando se enumeran limitacion­es del selecciona­do argentino para enfrentar a los tres colosos del Hemisferio Sur, la falta de recambio calificado surge como una de las principale­s. Es una de las grandes ventajas de los neocelande­ses. En el Yarrow Stadium de New Plymouth brilló Vaea Fifita, tercera línea de 25 años, 1,96 metro y 107 kilos, quien ayer disputó su segundo test. Fue el que más tackles hizo (11) y el que más metros corrió con la pelota (113; el argentino que más corrió fue Agustín Creevy, con 59) . Él la tomó después de un kick que le taparon a Tomás Cubelli, superó en velocidad a los backs que trataron de bajarlo y propició así el empate en 22 que anticipó lo más temido.

Daniel Hourcade había realizado seis cambios para la segunda fecha, introdujo siete variantes para la tercera y segurament­e producirá otra renovación para el choque del próximo

 ?? REUTERS ?? Imparable. Milner-Skudder apoya el try mientras Santiago Cordero no puede evitarlo. Los All Blacks cruzaron seis veces el ingoal argentino.
REUTERS Imparable. Milner-Skudder apoya el try mientras Santiago Cordero no puede evitarlo. Los All Blacks cruzaron seis veces el ingoal argentino.

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