A Los Pumas les faltó energía para jugar todo el partido como en el primer tiempo
Ganaban 13-10 al cabo de la etapa inicial, pero fueron barridos por el equipo australiano en los últimos 40 minutos.
Si alguien aseguraba que Los Pumas se retirarían ganadores al término de los primeros tiempos contra Nueva Zelanda y Australia, probablemente lo habrían tomado por loco. Después de las derrotas con Sudáfrica por 22 puntos de visitante y 18 de local, en el arranque de su sexta intervención en el Rugby Championship, las expectativas argentinas en la dificilísima gira oceánica eran mínimas.
¿Haberse ido al descanso arriba 1615 en New Plymouth y 13-10 en Canberra basta para ponerle signo positivo al viaje? Lamentablemente no, en especial por el muy pobre rendimiento del seleccionado ayer vestido de azul durante la segunda etapa con los Wallabies.
Los masivos cambios que Daniel Hourcade ha hecho de un partido a otro no solucionaron problemas crónicos del equipo: inestabilidad en la constitución del scrum, inconsistencias defensivas, desconcentraciones e indisciplina.
El entrenador se refirió a la segunda de esas deficiencias luego del cuarto revés consecutivo en el torneo con los colosos del Hemisferio Sur. “En la segunda parte cedimos la iniciativa, erramos tackles… Cuando en vez de salirlos a buscar los esperamos, nos sacaron diferencias. Y si errás tackles, no hay sistema que funcione. Es así de duro y es así de simple. Si errás tackles, no hay forma”, declaró el tucumano en la página oficial de la UAR.
Los Pumas perdieron un scrum, los castigaron con dos penales en esa formación, concedieron otros siete, sufrieron una amonestación que los obligó a jugar con 14 los diez minutos finales, fallaron 28 tackles -diez más que su adversario- y erraron dos tiros a los postes contra una efectividad óptima del apertura Bernard Foley en siete intentos. Son números suficientes para entender una diferencia de 25 tantos y cuatro tries (seis a dos).
Los Wallabies impusieron condiciones durante el segundo tiempo, con dos tries en el comienzo y tres en el cierre. Quedó como anécdota que la primera conquista haya derivado de un knock on ignorado por el juez irlandés John Lacey. Los dirigidos por Michael Cheika se proponen llegar al segundo puesto. A eso puede aspirarse si en un certamen juegan estos All Blacks (ver Otra demolición...).
En esos 40 minutos fatales apenas hubo una corajeada de Matías Moroni -cumplidor como wing- para maquillar la caída. Llamativamente, Argentina empezó a recurrir a su banco cuando el local ya había realizado cuatro variantes.
La sucesión de resultados adversos generó un aluvión de críticas en las redes sociales, fenómeno muy común en el fútbol, sobre todo cuando de la Selección Nacional se trata, pero que sorprende en un ambiente mucho más cerrado y a priori bastante menos exitista como el del rugby.
Nueva Zelanda (sábado 30/9 en la cancha de Vélez) y Australia (sábado 7/10 en el Malvinas Argentinas de Mendoza) son los compromisos que restan en el calendario de Los Pumas. En noviembre será el turno de la gira europea: 11 con Italia, 18 con Irlanda y 25 con Inglaterra.
El panorama no es alentador.
Tuvimos un mal final. No podemos seguir dando ventajas por la indisciplina y jugar con uno menos”. Tomás Cubelli
No marcamos puntos cuando estuvimos en su campo con nuestra posesión. En cambio, ellos fueron clínicos”. Guido Petti