Boca ratificó su jerarquía, fue muy superior a Vélez y continúa su marcha ideal
Aprovechó la única llegada profunda del primer tiempo para tomar ventaja y sacó nítidas diferencias en el segundo. Pérez, Barrios y Gago se mostraron en gran nivel.
El paso de Boca lleva un ritmo arrollador. No sólo porque los números en este inicio de la Superliga cuentan que sumó todos los puntos en disputa (hizo 12 goles y recibió uno solo) y que acumula ya una docena de encuentros oficiales sin derrotas. Semacomo na a semana el equipo de Barros Schelotto va tachando nuevos objetivos a cumplir. En lo individual y en lo colectivo, desde que logró la vuelta olímpica hace tres meses no para de crecer. Por eso la goleada en Liniers (segunda diferencia ante Vélez en su casa, detrás del 5-0 de 1945) no hizo más que ratificar una serie de factores positivos que invitan a la ilusión. Y aunque el desafío grande para el club recién empiece en 2018, el funcionamiento se aceita a puro vértigo.
Hace 15 días, Godoy Cruz en la Bombonera se había propuesto atacarlo. Se fue goleado. Ayer, De Felippe planificó un partido áspero (por momentos los chicos locales pegaron demasiado) y luchado, casi sin inquietar a Rossi. Terminó goleado. ¿Cómo hay que jugarle entonces al equipo de Barros Schelotto? Parece difícil.
En el repaso de las líneas, la defensa de Boca tuvo de todo. A Paolo Goltz otra vez firme al lado de Magallán y a Jara como un futbolista inteligente, capaz de entender que al ataque se pasa cuando la jugada lo pide y no un mecanismo automatizado. En esa defensa también estuvo Frank Fabra, un jugador que perdió la titularidad en el último tramo del torneo pasado pero que resulta decisivo en ofensiva. Su asistencia a Benedetto para el 1-0 (como en el primer gol del equipo en 2017, en Banfield) y su golazo para el 4-0 fueron apenas una porción de todas las soluciones que aporta cuando cruza la mitad de la cancha. Siendo lateral ya hizo cinco goles en 39 partidos. A él, por su origen, no lo puede convocar Sampaoli.
En la mitad de la cancha juegan tres motores que se complementan a la perfección. Para relevar, apuntalar la defensa y recuperar más pelotas de las imaginadas está Wilmar Barrios, otro al que el DT de la Selección no puede citar para la doble fecha de Eliminatorias que falta. Desde que Barrios entró como fijo en la estructura del equipo, Boca no perdió más.
Con él solo no alcanza. Al lado del colombiano se vuelve clave que jueguen, como lo hacen, Fernando Gago y Pablo Pérez. “Ellos manejan el equipo a su manera, a su ritmo”, fue la pequeña descripción que hizo Tevez cuando los observó en La Boca ante Olimpo. Y de eso se trata. Ayer fueron necesarios para compensar el músculo incansable que le propusieron Santiago Cáseres (20 años), Pérez Acuña (23) y Desábato (27). La experiencia de Gago (31) y Pérez (32) tam-
bién se traduce en compromiso e inteligencia para explotar sus virtudes y las de sus compañeros. Con ellos conectados, la pelota siempre es de los que se visten de azul y amarillo.
En ese repaso de líneas se llega al ataque, quizá el factor letal del conjunto del Mellizo. Aparece Benedetto, el goleador que rompe todas las estadísticas. Ese que definió abajo del arco para el 1-0; que inventó un taco para el segundo y que en lugar de buscar el tercero, quiso servirle el tanto (y la confianza) a Cardona, el único que todavía parece jugar en otro ritmo, pero al que sus pinceladas le alcanzan para validar su titularidad. Hay que detenerse también en Pavón, quien le sumó serenidad para pensar a la velocidad con la que corre. Como le pasó a la mayoría en el último tiempo, la defensa de Vélez, esa que se turnó para cometer errores, no encontró nunca la manera de frenarlo.
Boca necesitó de tres toques para abrir un partido luchado. Y con otros cuatro pases lo sentenció. Luego tocó y tocó hasta que decantó en una goleada aplastante, en un sitio en el que no se gana fácil y ante un rival que llevaba cinco juegos sin recibir goles. Quizá llegó la hora, aunque la Superliga recién arranque, de darle a este Boca lleno de individualidades brillantes el título de gran equipo.
El de campeón lo luce desde hace tres meses. w