Clarín - Deportivo

Los All Blacks, la mayor muestra de poder colectivo y calidad individual

Son herederos de una enorme tradición. Y desde hace seis años dominan la escena del rugby mundial.

- Mariano Ryan mryan@clarin.com

En el fabuloso libro “Legado”, James Kerr se metió en las tripas de los All Blacks para entender por què son lo que son. O, dicho de otra manera, para descifrar por qué se transforma­ron en uno de los mejores exponentes del deporte de todos los tiempos (aclaración importante: no sólo del rugby). Para empezar con su tesis, Kerr, un premiado director creativo y consultor de marcas además de exitoso escritor, hizo referencia en esas páginas al inicio de todo: una derrota aplastante contra Sudáfrica por el viejo Tres Naciones. Para un equipo que viviió casi toda su historia en sintonía con el éxito y con el mayor índice de victorias del deporte mundial -sólo comparable al Dream Team-, aquello fue un desastre. Entonces Graham Henry, el creador de esta versión fantástica del selecciona­do neocelanés que supo mejorar su sucesor, Steve Hansen, puso manos a la obra enseguida y apeló a una propuesta contundent­e para sus jugadores resumida en una máxima: “Mejores personas hacen mejores All Blacks”. Es que nunca nadie se puso esa mítica camiseta negra sólo por ser un muy buen rugbier. Sólo el talento no hace a un All Black; por eso el secreto del equipo consiste en mezclar un gran talento con una gran personalid­ad y luego, con el tiempo, esa combinació­n convertirá a un muy buen jugador en un mejor jugador. Parece simple. No lo es.

Henry es considerad­o el padre de la reconstruc­ción neocelande­sa. El, junto a Richie McCaw, el capitán que se retiró con toda la gloria tras levantar la Copa William Webb Ellis en el Mundial 2015, formaron una dupla exitosísim­a después del fracaso de Francia 2007. Ambos se decidieron a fortalecer la identidad de los All Blacks haciendo primero una gran autocrític­a. El camino hacia la conquista del título de 2011 fue siempre para arriba y prácticame­nte una decantació­n de aquella actitud.

Liberados del peso de la mochila que significar­on esos 24 años sin títulos, Hansen se hizo cargo del equipo el 15 de diciembre de 2011. Y todo fue para mejor. El era la pieza clave que necesitaba­n los All Blacks en ese momento. Les sumó calma e inteligenc­ia y además contó con jugadores primera clase como Kieran Read, Brodie Retallick, Ben y Aaron Smith, Julian Savea y el propio McCaw. Entonces Nueva Zelanda se convirtió en el conjunto completo que es hoy, en la síntesis más acabada de la perfección. En lo táctico, Hansen sólo hizo algunos pequeños ajustes como el mejor uso del kick para abrir las defensas más cerradas. Sin la potencia de los forwards sudafrican­os o la versatilid­ad de los backs australian­os, el resto lo hacen los intérprete­s. Marcos Ayerza, uno de los mejores pilares argentinos de todos los tiempos, contó alguna vez que Henry, cuando colaboró con el staff de Santiago Phelan de cara al Mundial 2011, les dijo a los jugadores argentinos que “cuando alguien elige a un All Black lo hace porque es el que toma las mejores decisiones en un partido. Y justamente el hecho de tomar las mejores decisiones es lo que diferencia a un jugador de elite”.

Más allá de cuestiones filosófica­s y deporticas, hay que destacar cómo se forma un All Black. El recorrido de un rugbier neocelandé­s para llegar a su selecciona­do comienza entonces en el club, pero en el colegio secundario arranca la búsqueda de talentos con un sistema de becas al estilo de las universida­des estadounid­enses. De allí salió, por ejemplo, Rieko Ioane, la última joya. “El físico es importante, por supuesto. En Nueva Zelanda todos los jóvenes que juegan al rugby van al gimnasio en su etapa de desarrollo pero lo más importante son las destrezas”, asegura cualquier formador neocelandé­s de cualquier club neocelandé­s. Y allí ya aparece uno de los primeros secretos del rugby de este país: cualquiera, sea pilar o apertura, maneja a la perfección el ABC del rugby en lo que a conceptos básicos se refiere. Y esa cualidad viene, casi, desde que los chicos tocan una pelota ovalada por primera vez.

La síntesis de toda esa historia enorme del rugby de un país dio otra muestra de su clase en Vélez. Los Pumas lo padecieron una vez más. Los hinchas argentinos lo disfrutaro­n. Como siempre.

Ser All Black es un privilegio y, a veces, un peso. Es saber que nadie es más grande que el equipo”. Richie McCaw ex capitán de Nueva Zelanda

 ?? GUILLERMO RODRÍGUEZ ?? Kapa o Pango. TJ Perenara, lengua afuera, grandes tatuajes y ojos bien abiertos, lideró el haka, el tradiciona­l grito de guerra maorí, apenas concluidos los himnos.
GUILLERMO RODRÍGUEZ Kapa o Pango. TJ Perenara, lengua afuera, grandes tatuajes y ojos bien abiertos, lideró el haka, el tradiciona­l grito de guerra maorí, apenas concluidos los himnos.

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