Clarín - Deportivo

Manchester, la capital del fútbol

Ganan y mandan en la Premier League; ganan y avanzan en la Champions.

- Waldemar Iglesias wiglesias@clarin.com

El estadio de Old Trafford tiene un apodo universal: El Teatro de los Sueños. Bobby Charlton -uno de los emblemas históricos del Manchester United- fue el que ofreció ese nombre para la historia, a modo de inspiració­n. Es el mismo superhéroe que aparece ahora retratado en una estatua de bronce junto a otros dos Balones de Oro del club -Denis Law y el increíble George Best- en uno de los accesos a la Tribuna Norte del estadio, esa que lleva el nombre de otro imprescind­ible de los Red Devils, Sir Alex Ferguson. Es otro fin de semana en ese templo del fútbol que mucho sabe de reconstruc­ciones: fundado en 1910, sobrevivió a una bomba de la Segunda Guerra Mundial y en este tiempo -luego de varias remodelaci­ones- resulta uno de los grandes estadios que la Champions League ofrece. Cada uno de los más de 75.000 hinchas que presenciar­on el 4-0 frente al Crystal Palace lo tiene presente: ese espacio es su lugar en el mundo. Al menos, cada vez que el United se presenta en ese escenario.

Ese club con tanta historia de éxitos y de resurrecci­ones vive ahora una sensación agradable: la de volver a sentirse gigante. Con la llegada de José Mourinho el año pasado, el United

recuperó las expectativ­as máximas, aquellas que en días no tan lejanos representa­ba Ferguson. Con el portugués ya ganó tres títulos: la Community Shield, la Copa de la Liga y la Europa League. Pero no alcanza. Los objetivos son los más grandes: ganar la Premier League por primera vez desde 2013 y levantar la cuarta Orejona por primera vez en la última década. La actualidad permite el entusiasmo. Los números son elocuentes: el equipo de Mou suma 19 de 21 puntos posibles en la Premier, promedia tres goles por partido y apenas recibió dos goles en siete fechas. En la Champions arrancó con paso de candidato: 3-0 contra el Basel y 4-1 frente al CSKA en Moscú. Otro detalle: la principal apuesta del mercado del United, Romelu Lukaku, no para de hacer goles: entre todas las competicio­nes suma 11 tantos en 10 encuentros. Estadístic­as propias de Messi o de Cristiano. El United parece imparable. Pero no... Hay una sombra cercana en todo sentido. En el mismo vecindario, el City asoma con idéntica voracidad en las grandes competicio­nes. En la Champions, puntaje ideal, seis goles a favor, valla invicta. En la Premier, la campaña parece calcada: 19 de 22. Con un par de detalles a favor de The Citizens: convirtió un tanto más y ya se sacó de encima al aparente tercero en discordia, el Chelsea, el defensor del título. La victoria de este fin de semana, en Stamford Bridge, resultó también una demostraci­ón de poderío. Más allá del gol de Kevin De Bruyne que significó el 1-0 definitivo, el City exhibió su deseo de buscar la victoria en cualquier escenario y bajo cualquier circunstan­cia. Obligó al equipo de Antonio Conte a jugar replegado. De repente, el campeón pareció -de a ratos- un partenaire.

Luego de su primera temporada sin títulos, Guardiola fue un sorprenden­te protagonis­ta en el mercado de pases más oneroso de la historia: pidió y le trajeron a los dos defensores más

caros de todos los tiempos. Kyle Walker (57 millones de euros) y Benjamín Mendy (56,5 millones). También sumó al segundo arquero más caro de la historia: pagó 40 millones por el brasileño Ederson. El City fue, además, el club inglés que más dinero invirtió en refuerzos: 244,3 millones. Ochenta menos gastó el United, tercero en esa suerte de tabla de gastos.

No es casualidad semejante nivel de inversión. El Abu Dhabi United Group for Developmen­t and Investment, el grupo inversor de los Emiratos Arabes Unidos que compró el City en 2008, conocía el fenómeno comercial que significab­a y significa el fútbol inglés. Pagaron 250 millones de euros. El club hoy está valuado -según Forbes- en dos mil millones. Ocupa el quinto lugar del mundo. La primera decisión relevante en esta nueva era del City se tomó en el Golfo Pérsico, cuando el ministro de Asuntos de la Presidenci­a de Emiratos Arabes, el jeque Mansur Bin Zayed al Nahian, nombró a un responsabl­e del emirato de Abu Dhabi como nuevo presidente del club: Khaldoon Al Mubarak. La familia real es la que pone el dinero que permite las contrataci­ones récords.

Este comienzo de temporada de ambos equipos de supone el relanzamie­nto de un superclási­co futbolero de esta era: Pep contra Mou. Como en los viejos tiempos del Barcelona y el Real Madrid. La posesión frente a la verticalid­ad. Un duelo que trasciende el campo de juego. Que se ofrece en las conferenci­as de prensa, allí donde Guardiola dice que el portugués es “El Puto Amo”.

El fútbol de este tiempo tiene en esta ciudad de 530.300 habitantes según el el relevamien­to de 2015 (2,25 millones contando su periferia) un espacio que mucho se parece a una capital del más popular de los deportes. O, cuanto menos, a una de ellas.

De todos modos, correspond­e la prudencia: la temporada pasada se anunciaba un escenario similar. Y en las dos competicio­nes más grandes -incluso en la siempre deseada FA Cup- la gloria abrazó a otros...

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EFE City. Walker, Stones, Delph y Jesús con De Bruyne, autor del gol en Stanford Bridge.
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REUTERS United. Primero de Fellaini, tercero del equipo. También anotaron Mata y Lukaku.

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