Talleres festejó pese a su ineficacia y piensa en Belgrano
El equipo de Kudelka llegará en racha al clásico que los hinchas pidieron ganar en dos semanas y de visitante.
El grito de los hinchas de Talleres retumbó en el Mario Kempes como nunca. “Ponga huevo, Talleres, ponga huevo / Ponga huevo... huevo sin cesar / que en Alberdi, cueste lo que cueste, / en Alberdi tenemos que ganar”. Atrás había quedado el triunfo por 1 a 0 sobre Patronato, al que debió haber goleado si no hubiera tenido tanta falta de eficacia. De todas maneras, con este segundo triunfo consecutivo -le había ganado a Chacarita de visitante-, el equipo de Frank Kudelka llegará confiado al clásico cordobés que se jugará dentro de dos semanas. Y así lo hizo saber su gente en el estadio. En la otra vereda, los hinchas de Belgrano ya habían avisado con el “Che, Talleres, che, Talleres, ya nos falta poco para volverte a ver”. En Alberdi sólo habrá más de 30 mil socios “celestes” y ningún hincha de Talleres. El clásico ya se palpita, queda claro.
Para ese duelo, lo positivo es que Talleres llegará sin recibir goles desde hace tres partidos, pero lo negativo es que sigue chocando con sus limitaciones para convertir en el arco rival. “Perdimos muchas situaciones de gol”, reconoció Kudelka. Por ahora es su talón de Aquiles...
Talleres se pareció a aquel que terminó goleando a Lanús en la primera fecha, cuando los delanteros anduvieron derecho para el gol. Esta vez, no sucedió lo mismo.
Patronato llegó a Córdoba precedido de tres victorias al hilo. Pero nadie se explica cómo entonces solamente pateó una vez al arco a través de Arciero. Costó entender a qué juega este equipo, porque por momentos colocó Pumpido una línea de cinco defensores para que nadie perforara el arco de Bértoli. Así y todo, Talleres debe haber rematado al menos 20 veces: además del arquero concejal, hubo salvadas sobre la línea de Vera y de Sosa.
No podía vulnerar su ineficacia Talleres, hasta a los 30 minutos del complemento llegó la genialidad de Sebastián Palacios, quien le devolvió la pared a Mauro Ortiz para que el pibe hiciera una rara gambeta y enviara un centro corto para el toque sutil de Junior Arias con Bértoli sin chances de oponer resistencia.
Fue el gol de la justicia, porque si Talleres hubiera andado derecho para el gol, el partido habría terminado en una goleada.
El goleador uruguayo Junior Arias, quien había entrado once minutos antes de convertir, avisó que “Talleres le ganara a Belgrano en la cancha de ellos”. Le puso pimienta y polémica al clásico.
Sin embargo, Kudelka prefirió apostar a la calma y a la mesura para quitarle dramatismo. “Los momentos lindos como jugar un clásico los sufrimos porque vivimos en una sociedad que sufre y no disfruta. Trato de no vivir esto como de vida o muerte. Trato de que sea una pasión. No va a determinar el futuro de nadie”, dijo.
Pero al hincha albiazul lo que más le importa es que en Alberdi gane Talleres el clásico del fútbol cordobés. El resto es una mera anécdota.