Anda derecho y se aleja
Boca venció 1-0 a Chacarita y le sacó 4 puntos a River, 6 a San Lorenzo y 8 a Independiente. Anoche, tres de sus figuras, Gago, Pablo Pérez y Benedetto, fueron convocadas a la Selección.
No brilló ni goleó. Tampoco convenció en su rendimiento y hasta cedió el protagonismo del juego a su rival. Luchó, batalló y se equivocó. Pero ganó. Y en esta Superliga, tras cinco fechas, hay solo un equipo con puntaje perfecto (desde el 11/12/16 es líder ab- soluto en torneos locales), que marcó 13 goles y le hicieron sólo uno. Se llama Boca. Y ayer, en la Bombonera, sumó de a tres en un partido en el que debió recurrir a otras herramientas frente a Chacarita. De esos partidos que también, al final del recorrido, ayudan para construir una vuelta olímpica (recordar las victorias ante Defensa y Newell’s en el semestre pasado, o la que consiguió frente a Lanús en la segunda fecha).
Boca ganó por un reflejo que todavía tiene el campeón: sigue siendo un equipo veloz para golpear. El tanto que convirtió Pavón, tras un buen pase de Benedetto, es el 18° gol que marca el equipo de Guillermo antes de los 15 minutos. Se trata de un rasgo distintivo, un sello que sirve para explicar también que en más de una ocasión, Boca primero convierte y después juega. Primero lastima y después te mide. Con la ventaja, y un paso en falso del rival, puede terminar aplastando.
Pero ayer el equipo de Coyette no terminó goleado, pese a que el tanto inicial hizo imaginar a muchos un desenlace a puro festejo. No ocurrió. Y mucho tuvo que ver la expulsión del colombiano Cardona en el cuarto de hora inicial. El colombiano, quizá la única pieza del equipo que parece jugar a una marcha menos, vio la roja cuando el escenario se preparaba a favor de los del Mellizo: 1 a 0, con espacio y un rival con la idea de dar un paso al frente para no refugiarse. La salida del cafetero se evaluará más adelante, pero a su falta de conexión en la elaboración ya le sumó una mancha en un currículum que encandiló en los amistosos pero que por los puntos estaba en observación. Sin Cardona, Boca se reconstruyó. Barrios, pieza insustituible, se paró cerquita de los defensores; Gago y Pérez administraron el juego pero bien lejos del arco de Fernández y así, Benedetto y Pavón quedaron aislados. Con la suficiente jerarquía como para construirse oportunidades, pero bien lejos del respaldo colectivo que
suelen tener. La visita tuvo la pelota desde los pies de Mendoza y Rodríguez, pero inquietó poco. De hecho, en los 40 minutos que tuvo superioridad no pateó al arco. Solo inquietó con una decena de tiros de esquina, pero la tarea de Goltz y Magallán estuvo sólida en cada envío aéreo.
El desbalance de jerarquía (Boca tiene a la mitad del equipo convocado a distintas Selecciones de Sudamérica para las Eliminatorias) no se notó. Se repartieron el dominio. Por eso Gago debió destacarse por tirarse al piso en la recuperación y no por su buen pie; el uruguayo Nández (entró por Pérez) le sumó oxígeno a Barrios, pero sus intentos ofensivos se diluyeron; Pavón, tan solidario en la marca como incansable en ataque, eligió mal en casi todos los ataques y Benedetto anduvo mucho mejor afuera del área que adentro.
La roja a Mellado, al inicio de la segunda etapa, alivió a Boca. Pero entre el desgaste y las imprecisiones conspiraron para levantar la imagen. Llegó igual, a cuentagotas, porque es un equipo diseñado para atacar. Pero terminó llevando la pelota a los vértices y demorando ante cada infracción. Eligió, esta vez, quedarse con los tres puntos de otra manera. Para sacarle 4 de distancia a River, 6 a San Lorenzo, 8 a Independiente y 10 a Racing en cinco fechas. Nada mal.