“Soy argentino hasta la médula, pero quiero alegrar al pueblo ecuatoriano”
No duda el ex técnico de Huracán: “Intentaremos ser un equipo arrollador con el único objetivo de ganar”.
"Hoy soy el primer ecuatoriano, olvidate de mi nacionalidad. La vida hizo que yo naciera en Buenos Aires, que sea porteño, no reniego de eso pero hoy mi corazón y mi energía están puestos sólo en Ecuador. Amo a mi país, soy argentino hasta la médula, pero quiero darle una alegría al pueblo ecuatoriano". Así lo siente Jorge Célico, el técnico de la selección que le puede dar el último empujón a Argentina para caerse del barco que lleva a 32 equipos al Mundial de Rusia.
En conferencia de prensa explicó lo que piensa del choque con Argentina: "Es un partido de fútbol, pero nosotros queremos dejar establecida la honestidad del deportista en general y del futbolista ecuatoriano en particular. Es además una posibilidad de reivindicarnos con la gente, que está muy golpeada por la eliminación".
Se lo escucha convencido a este hombre nacido en Parque Patricios hace 53 años que hizo todas las inferiores en Huracán como arquero y que llegó a la Primera en 1982. Estuvo un partido en el banco y no llegó a debutar, siguiendo su carrera en el Ascenso. Luego volvió al Globo para trabajar como entrenador en todas las categorías y llegar a dirigir un partido como interino en 2002, con un resonante triunfo por 2 a 1 contra River en el Monumental (goles de Ramón Ortiz y Juan Padra).
Hoy el panorama es otro. El nuevo presidente de la Federación, Carlos Villacís, apostó por él para reemplazar a Gustavo Quinteros con el equipo al borde de la eliminación. Célico debutó la fecha pasada en la derrota ante Chile y allí se quedó sin chances, pero aspira a dejar de ser interino.
"Acá de local hemos sido muy fuertes. Intentaremos estar mucho más tiempo en campo rival que en el propio, aprovechar la velocidad y la potencia de nuestros futbolistas y la altura, que juega a nuestro favor".
Del presente de Argentina dice: "Es una de las grandes selecciones del mundo, que además tiene al mejor jugador del mundo. Es difícil entender que entrenadores con tanta capacidad como Martino o Bauza se hayan ido tan rápido. Ahí es donde se producen los desequilibrios que sufre ahora. En cuanto a su falta de gol, creo que se debe a la ansiedad, porque genera muchas situaciones. Hay que tener cuidado porque estas selecciones se destapan en cualquier momento. Nosotros trataremos de aprovechar el apoyo del público y el empuje y la velocidad que generan nuestros futbolistas en el Atahualpa, intentaremos ser un equipo arrollador con el único objetivo de ganar".
Los 2.850 metros de altura, que ahora también están cuestionados, son para Célico una ventaja. "Siempre va a ser una aliada para el Ecuador la altura. El jugador ecuatoriano tiene no sé si llamarlo memoria de altura, que es el término que ellos utilizan, pero yo diría que tiene una adaptación y un menor temor a la altura que otras selecciones".
Célico también habla de Sampaoli: "Cuando enfrentamos a ese Emelec (en 2010) ya estábamos descendidos (dirigía a la Universidad Católica de aquí) desde la fecha anterior. De cualquier manera, no me provoca nada. No tengo ninguna cosa rara contra nadie y menos con Sampaoli, que es un gran entrenador".
De todas formas, sabe en dónde está metido. Podría convertirse en el segundo técnico en la historia que deja a Argentina fuera de un Mundial, el anterior fue el brasileño Didí con Perú, en 1969. "Es una situación medio extraña, pero si Ecuador gana el no ingreso de Argentina al Mundial sería producto de resultados que no se consiguieron en otro momento. Somos profesionales y nos debemos a Ecuador. Soy un hombre agradecido con este país, donde llevo 14 años trabajando. Me abrieron las puertas y me han tratado de primera".
De puertas, justamente, se trata esta historia: para entrar o para salir.