Argentinos dio otro paso firme ante un Chacarita al que le cuesta la adaptación
El pibe Nicolás González, de 19 años, marcó el único gol y ya lleva tres en el torneo. Chaca todavía no ganó.
Argentinos Juniors está más afirmado a la realidad de la Primera. Había arrancado mal -dos derrotas- para luego ir enderezando el rumbo: tras un empate ahora lleva dos victorias consecutivas. Es cierto, que esto recién empieza y que quedar mucho camino por andar, pero ayer el Bicho pegó un buen impulso en la tabla de promedios y dejó a quince equipos debajo suyo.
Por el contrario, Chacarita Juniors todavía no se encauza en la nueva categoría. Aún no saboreó la alegría de un triunfo: empató dos partidos y suma tres derrotas consecutivas. Esos resultados lo hunden en el último puesto de la tabla de promedios. También vale repetir que esta Superliga está dando sus pasos inciales y que queda mucho por delante.
En este enfrentamiento, pendiente de la primera fecha, entre los dos ascendidos estaba claro que se trataba de un partido de seis puntos por la permanencia. Insistir en lo injusto que resulta este sistema de división de puntaje para los nuevos, sería cuestión de un nuevo debate. Pero es la realidad y así deben afrontarla los clubes involucrados.
Argentinos Juniors evidenció su superioridad durante el primer tiempo. Más allá del intento de presión alta de Chacarita, la tenencia -adornada de buen trato y circulación- de pelota fue patrimonio del local. Con Sando- val y Piovi proyectándose con mejor criterio que los rivales Juan Cruz González y Montoya por las bandas nacía el desnivel. Con el valor agregado de Cabrera y de Romero para producir el desequilibrio. Y del sector interno llegaba el buen pie de los Mac Allister, sobre todo Alexis, y la racha feliz de Nicolás González.
Justamente un concierto de toques, originado desde el fondo, sonó con música de golazo con el sello final de González, el pibe de 19 años que marcó su tercer gol en sus cinco partidos en esta Superliga. La acción previa entre Alexis Mac Allister y Braian Romero fue a puro lujo.
Chacarita intenta repetir ese juego dinámico, veloz y ofensivo que lo erigió -junto a Argentinos Juniors- en gran animador del pasado campeo- nato de la Primera B Nacional. El problema ahora es que no tiene los ejecutantes ideales para tocar esa partitura. Extraña horrores a su organizador de juego (Nicolás Oroz, retornado a Racing) y a su tremendo goleador Rodrigo Salinas ( emigrado al fútbol árabe). Y no tiene quiénes se asemejen a sus características.
De todos modos en el segundo tiempo el equipo de Coyette levantó, en simultáneo con el quedo de Argentinos Juniors, y tuvo algunas situaciones concretas como para igualar: Matías Rodríguez estrelló un tiro en el travesaño y Montoya, en posición privilegiad,a remató desviado, además de dos muy buenas tapadas de Lucas Cháves.
Argentinos, por ahora, respira aliviado. Chacarita sigue preocupado.