Del Potro El mérito de no darse nunca por vencido
El español Verdasco llevó al tandilense al tercer set en el que, además, tuvo ventaja. Pero se recuperó y definirá en Estocolmo.
Si hay quien sabe de presentarles batallas a los desafíos -incluso aquellos más inverosímilesen el circuito de tenis, ese es Juan Martín Del Potro. Pero también sabe, cuando ese cuerpo que tantas veces le jugó en contra se lo permite, estar a la altura de las enormes expectativas que despierta entre propios y extraños. Un poco de ambas situaciones transitará hoy el tandilense: es que por un lado el cuarto favorito cumplió con el cometido de llegar a la final del Abierto de Estocolmo (660.375 euros; sintética), torneo en el que defiende el título, al vencer a Fernando Verdasco (octavo) por 6-7 (4-7), 6-4 y 7-6 (7-1); y por el otro, en esa instancia se encontrará con Grigor Dimitrov (primero), búlgaro que está 5-2 abajo en los choques con el argentino pero que este año lo venció las dos veces que se enfrentaron. Allí estará el guiño del destino que Del Potro intentará torcer.
AnteVerdasco, el ganador cedió su primer set en el torneo. El español, que le propinó al tenis argentino el más grande dolor histórico (ganó el cuarto punto de la final de la Copa Davis 2008 en Mar del Plata, contra José Acasuso), se puso así a tiro de eliminarlo en una verdadera batalla en la que en el primer set se quebraron dos veces cada uno y que el 43° del mundo se llevó en el tie break por mínimos detalles.
En el segundo parcial un muy concentrado Del Potro ni siquiera le permitió a su rival disponer de una chance de quiebre. Fue su mejor momento para cerrar el capítulo y desembocar el juego en el tercero y definitivo.
Allí tuvo altibajos que pudieron costarle caro: permitió que Verdasco le rompiera el saque, arrancó 2-0 abajo y tuvo un punto de quiebre en contra en el 4-3 abajo que lo hubiera dejado contra las cuerdas. Sin embargo se repuso y el salir airoso lo fortaleció: quedó a la vista en el desempate, que se llevó de forma inapelable.
“Fue un gran partido, los dos jugamos muy bien y creo que la gente lo disfrutó”, reflexionó un aliviado vencedor tras el triunfo.
Del Potro alcanzó su 13ª victoria en los últimos 16 partidos certificando su gran segunda mitad de temporada y en su primera final del año se las verá con un adversario que dejó atrás al italiano Fabio Fognini (sexto) al vencerlo por 6-3 y 7-6 (7-2). Si gana no sólo levantará su primer trofeo del año sino que también quedará 15° en la carrera al Masters a sólo 480 puntos del noveno y hasta hoy último clasificado, el español Pablo Carreño.
“Grigor ya me ganó en Beijing y Cincinnati y está jugando muy bien en esta superficie”, reconoció Del Potro, nominado al premio a la caballerosidad que entregará la ATP. “Espero estar listo para darle batalla”, cerró esperanzado.