Unión cambió a tiempo para ratificar su fortaleza como local
Tres puntos y escolta circunstancial pero animador al fin de esta Superliga,es este Unión que ayer se aprovechó, con algunas dificultades, de la coyuntura de Godoy Cruz, aún enredado en su mala semana. Fue un tiempo para cada lado, con la salvedad que uno no lo pudo plasmaren el resultado y el otro sí.
Con todo el lastre que suponía la derrota en Copa Argentina frente a Central y por cómo se dio, se esperaba otro Godoy Cruz al que fue en el primer tiempo. Arrinconó al local desde la tenencia y el control. El manejo sobresaliente de Gastón Giménez y la buena presión de sus compañeros (volantes y defensores) parecieron ocultar las consecuencias que se proyectaban tras aquella dura derrota. Es cierto, le faltó peso ofensivo, porque Unión en ese sector se consolida con sus marcadores centrales (Andrade y Botinelli). Los delanteros del Tomba (Garro y García) fueron absorbidos en esa primera parte. En ese contexto, el local asomaba aturdido.
Sin embargo, algo cambió en el complemento. Fue la actitud. De un lado y del otro. Unión le invadió terreno a Godoy Cruz y le plantó la duda a su defensa: por los costados, por afuera y hasta, si se quiere, mentalmente. El gol llegó. De penal. El juez Echavarría cobró una mano de Facundo Cobos entre un tumulto de hombres de ambos equipos y Lucas Gamba lo materializó.
El desarrollo se fue inclinando claramente a favor del equipo local y recién allí pudo demostrar alguna de las virtudes que lo tienen en una buena posición en la tabla: ganó sus tres partidos aquí y mantuvo la valla invicta pero además expone versatilidad y contundencia. Se estiró la diferencia con el rebote, tras otro penal, que aprovechó Zabala.
Quedó como un capítulo abierto la decisión del técnico Larriera de no incluir a Javier Correa, una de las figuras del equipo mendocino. El delantero había quedado envuelto en una polémica frente a Central, cuando el Tomba ganaba 1 a 0 y tuvo la chance de ampliar el resultado si habilitaba al Morro García.
En Unión indican que no es casualidad la ubicación en la tabla. Y se animan a mirar el horizonte con optimismo. No es poco.