Seis goles y pura emoción de principio a final
El local no supo manejar la diferencia que había sacado. Fueron más regulares los sanjuaninos.
Hay películas que se les puede adivinar el final a mitad del film. Esa fue la sensación de ayer. Colón lo dio vuelta y se puso 3 a 1 pero un descuento cuando faltaba una eternidad anticipó lo que se sospechaba. Empate con sabor a derrota para Colón. Empate con gusto a victoria para San Martín. Conclusión? Mucho trabajo para el hogar para cada entrenador.
Encendido San Martín de entrada, más concentrado para defender y atacar, plantado sus wines siempre perfilados para dañar, atentos los medios para “comer” a la marca de turno como si lo estudiado sobre Colón se hubiera plasmado tal cual. Con ese lubricado mecanismo, quizá falto de punch ofensivo, pudo lastimar al equipo de Domínguez, que padeció a Gabriel Carabajal tirado sobre el lateral de Clemente Rodríguez. De allí vino el centro que terminó en gol de Claudio Mosca. Golpe de efecto en el partido. Duro para el local porque no encontraba herramientas para ablandar los engranajes de la visita. Cuando empezó a encontrarse consigo mismo, Juan Pablo Pompei decidió parar el partido para que tomaran agua los jugadores, a quienes sorprendió la decisión: 24 grados y una brisa irreconocible para esta fecha por estos pagos. Tras la inentendible decisión, Matías Fritzler lideró la remontada. Primero espiritual, luego futbolística y, más tarde, goleadora. Cabezazo letal. Indicios de recuperación con el empate consumado.
Como en continuidad, como si no hubiesen existido los 15 minutos del entretiempo, Colón salió a devorarse a San Martín. Dos goles en diez minutos. Primero Chancalay. Después Vera. Y una fiesta desatada en las tribunas como anticipando la victoria.
Pero esa sensación se puso, inesperadamente, en duda. El descuento de Matías Escudero impulsó la esperanza sanjuanina y la incertidumbre santafesina. Porque faltaban muchos minutos de juego. Situación que alimentaba a cada uno con sus sueños y preocupaciones, respectivamente. A Colón le faltaron respuestas estratégicas y físicas. Inspirados con el ingreso de Maximiliano Rodríguez, el equipo de Pipo Gorosito le instaló la duda. Y se lo empató. De penal, quizá el único acierto de Pompei en el partido, Ardente emparejó el resultado, cuando no quedaba más tiempo Sólo para instalar la bronca local. Tomás Chancalay, autor de uno de los goles y una de las figuras del partido en Santa Fe, viaja de sparring con la selección argentina en su gira por Rusia. No habrá fecha oficial, así que Colón no lo perderá.