Clarín - Deportivo

Las hermanas Fernández Ladra y el sueño de ser Leonas por dos

Integrarán el plantel del selecciona­do argentino que jugará la final de la Liga Mundial del 17 al 26 en Auckland.

- Felipe Lema

Son compinches. Se ríen, bromean e intercambi­an miradas cómplices. Se iniciaron en Mitre y pasaron, también juntas, a Banco Nación. Integraron tres años el selecciona­do junior y, por decantació­n, son parte del recambio generacion­al de las Leonas. Del 17 al 26 afrontarán la fase final de la Liga Mundial. Las hermanas Magdalena (22) y Milagros (20) Fernández Ladra se divierten aún cuando el grabador empieza a correr.

“Estamos contentas de hacer juntas esta experienci­a; te dan otra energía los viajes, los entrenamie­ntos, los partidos y hasta el día a día”, comienza Magdalena Fernández ladra. Y no se equivoca. Emanan una energía juntas que dentro de la cancha saben muy bien cómo manejar. “Somos de marcarnos cosas del juego, pero más en el club que acá. Quizá ahí se notan un poco más los errores. Ella me marca siempre un montón de cosas o me acomoda mucho porque es volante y yo, delantera. Eso está buenísimo, nos entendemos un montón y ojalá todo eso lo podamos sumar a Las Leonas para lo que se viene”, describe Milagros Fernández Ladra.

Para ella casi todo será nuevo. Sabe lo que es vestir la camiseta de una Selección, pero ahora lo hará para las Leonas y compartien­do el plantel con su hermana. “Será mi primer torneo con el selecciona­do mayor y eso significa un conjunto de sensacione­s. Por ser el primero, por compartirl­o con mi hermana y por participar de la Liga que es muy importante. Esperemos que nos vaya de la mejor manera y plasmar lo que entrenamos en los partidos. Estuve muy ansiosa durante toda la semana en la que se dio la lista. Pero ahora tengo ganas de arrancar ya el torneo, de entrenarme en Nueva Zelanda, de meternos en el clima de lo que va a ser la competenci­a”, relata a pura emoción.

Su hermana, en cambio, participó este año del plantel que se quedó con la Copa Panamerica­na en Lancaster. Entonces se anticipa a lo que vivirá en Auckland. “Le diría a Mili que disfrute. Que no se bajonee o se ponga nerviosa si no salen las cosas. Porque hoy te puede tocar estar y mañana no. A mí me tocó el anterior torneo y ahora también, pero capaz en el próximo no estoy. Entonces la clave es disfrutar el momento”, define. -¿Vos sos la que mas empuja si están bajoneadas?

Milagros interrumpe y entre risas afirma: “Ella no se bajonea nunca”. “Es cierto; soy mas tranquila. Creo que las cosas se dan por algo; si nos toca ganar, muy bien y si nos toca perder, hay que aprender de los errores y corregirlo­s para la próxima”, cuenta Magdalena.

-Señalen una virtud de la otra que les gustaría tener o que admiran.

-Para mí Mili la tiene atada; tiene magia. No se puede explicar. Me parece una gran jugadora, me encantaría levantar la pelota como lo hace, dribblear como ella. Yo soy más de correr (Magdalena Fernández Ladra). -Primero la mente fría que tiene. En los momentos decisivos de los partidos, tanto en el club como en las Leonas, siempre es bueno que esté ella porque no da lugar a los nervios. Y si los tiene no se le notan. Y ojalá tuviese sus piernas para correr lo que ella corre. Si le sumara eso, estaría muy bien (Milagros Fernández Ladra).

Se detiene el grabador. Se diluyen las risas y finaliza otro día de ensueño en el CeNARD para las hermanas. Magdalena y Milagros Fernández Ladra ya son partícipes de una nueva realidad del selecciona­do.

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DIEGO DIAZ Juntas. Magdalena levanta a Milagros. Las Fernández Ladra disfrutan en el sintético del CeNARD.

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