Con una pelota parada, Estudiantes frenó el envión ganador de Argentinos
Bernardi utilizó el 4-4-2 por primera vez y le dio resultado. Argentinos respetó su estilo pero le faltó profundidad.
Estudiantes frenó el miniciclo ganador de Argentinos de cuatro victorias consecutivas con una jugada de pelota parada. Le dio de tomar su propia medicina. Porque esa fórmula, justamente, fue determinante para que los de La Paternal derrotaran 3 a 2 a Arsenal en la fecha anterior, gracias a la pegada de Leonardo Pisculichi y a los cabezazos de Jonathan Sandoval y de Damián Batallini,
Jonatan Schunke fue quien acertó ayer de cabeza tras una magnífica ejecución de Fernando Zuqui al minuto del segundo tiempo. Un gol de pizarrón que modificó radicalmente
el mapa del partido tras un primer tiempo decididamente olvidable.
Los dirigidos por Alfredo Berti basaron su planteo en la excelencia de los pases y la bondadosa movilidad de sus volantes. Desde la posición de Fausto Montero, un eje central muy recostado sobre la línea defensiva, Argentinos elaboró una perfecta triangulación con Leonardo Pisculichi y Alexis Mac Allister en permanente movilidad. Además, Damián Batallini se retrasaba para compensar los espacios por ambos costados del campo de juego.
En la primera parte, Estudiantes no propuso resoluciones al planteo de su oponente y, salvo alguna corejeada de Mariano Pavone, lució impotente, con escasas situaciones favorables. A los 34 minutos, un tiro libre de Pisculichi de 30 metros dejó temblando el palo derecho de Mariano Andújar. La fórmula del tiro libre estuvo a punto, una vez más, de favorecer al equipo de Berti.
En lo que va del torneo Estudiantes prueba a su tercer técnico: pasa- ron Gustavo Matosas, el interinato de un encuentro del Chino Benítez y los cuatro que ya lleva Lucas Bernardi. Se nota claramente: son tres libretos
tácticos diferentes. Menudo detalle para comprender la falta de identidad a la hora de hallar un patrón de juego definitivo, una falencia que experimentó en buena parte del partido. Por primera vez Bernardi apostó a un 4-4-2 en cinco partidos, habituado a formar 4-3-1-2 o 4-3-3.
Argentinos manejó la pelota, es cierto, pero después del gol de Schunke el partido cambió por completo.
Tití Rodríguez se metió en el partido, y con buenas combinaciones con la Gata Fernández tuvo más presencia en el área rival. Como contracara, con la cicatriz de la desventaja a cues- tas su rival perdió movilidad.
Cuando ingresó Juan Otero, a los 20 minutos del segundo tiempo, Estudiantes se replegó para dejarle al colombiano -una de sus virtudes es la velocidad- una llanura de 50 metros libre hasta el arco rival. Sin embargo, nunca logró sacar provecho de la idea planteada por el entrenador.
Sí tuvo, en cambio, otra descomunal actuación del Chapu Rodrigo Braña, inoxidable guerrero. A los 38 años roba, empuja y muestra el camino del esfuerzo a sus compañeros. Tanto que resulta difícil imaginar un triunfo pincha sin la presencia de Braña.
No debería dolerle la derrota a Berti y sus chicos. Siempre respetaron el libreto del buen juego estampado en la camiseta, algo de lo que pocos equipos actuales pueden jactarse. Perdieron, apenas, por una cabeza.
realizado en el segundo tiempo es el camino. Estamos en una evolución. El premio fue buscarlo”. Lucas Bernardi (DT de Estudiantes) Se definió por un detalle, una pelota parada, pero tendríamos que haber tenido más la pelota”. Alfredo Berti (DT de Argentinos)