Primer grito de triunfo para Tigre y Central
Los de Victoria ante Estudiantes y los de Rosario contra Talleres.
La pelota siempre al 10. Un viejo axioma futbolero sintetiza el porqué Tigre pudo ganar por primera vez en el campeonato. El 2 a 0 frente a Estudiantes se explica por la gran actuación del enganche que Caruso tenía retenido en el banco: Matías Pérez García. El “10” fue el cerebro, el conductor y el generador del poco pero efectivo fútbol que exhibió Tigre en Victoria, pero que le alcanzó ante la tibieza extrema de un Estudiantes totalmente descolorido. Casi sin alma.
El planteo de Caruso con tres en el fondo, en uno de los tantos cambios que ensayó como para encausar a Tigre, dio sus frutos: el equipo mostró solidez defensiva y pudo terminar con su arco invicto porsegunda fecha consecutiva (la anterior había sido el 0 a 0 contra Arsenal). Sin embargo, le costó los primeros 20 minutos acomodarse en la cancha. En ese lapso, Estudiantes fue amo y señor de la pelota, los espacios, pero no de la pro- fundidad. En la virtud, estuvo también el defecto porque siendo dueño de la pelota manejada desde los pies del otro 10, Gastón Fernández, y con dominio territorial en el medio con un gran trabajo de Zuqui, los de Lucas Bernardi hacían todo bien hasta llegar al área. Pero allí, no tuvieron peso. La falta de un centrodelantero fue evidente, entonces los desbordes del ex Boca o del colombiano Otero quedaron en centros para nadie.
En la paciencia para aguantar esos primeros 20 minutos estuvo la virtud del equipo de Caruso. Cuando se dio cuenta que Estudiantes no podía lastimar, la agarró Pérez García. Y desde sus pies y sus movimientos, Tigre se puso de pie y empezó a jugar de igual a igual. Y aunque el primer gol llegó luego de que el propio 10 convirtiera un cuestionado penal sancionado por Andrés Merlos (Zuqui quiso rechazar dentro del area ytocó la pelota con el brazo, al parecer sin intención), Tigre ya había emparejado las acciones y le había hecho pegar algún que otro revolcón a Andújar.
Con el resultado a favor, Lucas Menossi se hizo dueño del medio y Pérez García encontró un socio ideal para que Estudiantes no tenga ni la pelota ni las opciones. Demasiado cuesta arriba para los de Lucas Bernardi. Sobre todo a los 17 del complemento cuando el técnico decidió sacar a Gastón Fernández (el nexo entre las líneas) y dos minutos después una gran jugada personal de Javier Iritier terminara dentro del arco de Andújar tras pegar en Iván Gómez.
Con los espacios para la contra y el resultado a favor, Tigre pudo aumentar el marcador, pero le faltó puntería. Así, Caruso Lombardi celebró sumar de a tres, por primera vez en el torneo, y puede mirar con algo más de esperanza las tres fechas restantes. Lo de Estudiantes, que está clasificado para la Libertadores 2018, es preocupante. Casi no pateó al arco, no mostró peso ofensivo ni reacción ante la adversidad. Pero además, sin referentes que pongan la cara como para salir de este mal momento.