Lautaro Martínez dio una función de gala ante los enviados alemanes
“Le dedico el triunfo a mi familia, en especial a mi hermano que es hincha de Boca”, dijo riéndose la gran figura.
Lautaro Martínez no necesita hablar alemán para cautivar a esos enviados del Borussia Dortmund, que viajaron desde Europa especialmente para verlo y estuvieron en un palco de la Bombonera. El 10 de Racing, al cabo, se expresa en el idioma universal del fútbol. Así se explica ese violento derechazo al lado de palo de Agustín Rossi, primero, y esa asistencia de galera y bastón para Augusto Solari, lue- go. Clave en los dos goles del equipo de Avellaneda, Lautaro tuvo una tarde consagratoria. Y la pregunta queda en el aire: ¿cuánto más podrá disfrutarlo el hincha de Racing?
Lo saben en las oficinas del Cilindro: ayer fue el Borussia Dortmund alemán, pero poco a poco los demás gigantes del fútbol europeo irán golpeando las puertas de su diamante en bruto. Eso sí, hay un detalle no menor en toda esta historia: desde hace más de un año las negociaciones entre el representante y los dirigentes de Racing para la renovación del contrato del delantero están estancadas. No es el límite del vínculo lo que preocupa (finaliza en 2020), sino que se trata de una cuestión económica, ya que el atacante actualmente cobra un primer contrato mejorado. Con una cláusula de rescisión de nueve millones de euros, la intención de Víctor Blanco -el presidente del club- es elevar este número al menos a 12 millones, pero a pesar de las distintas charlas que se dieron todavía no hubo acuerdo entre las partes.
Por lo pronto, Lautaro sigue haciendo lo que mejor sabe: jugar a la pelota. Como si esa larga inactividad no lo afectara -estuvo cuatro meses parado por una fractura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo-, el delantero sigue en un gran nivel y levanta elogios de todos lados, aunque mantiene los pies sobre la tierra. “Me sentí bien pero me costó entrar en el partido porque los centrales de Boca son muy duros. Hay que seguir tra- bajando. Necesitábamos esta victoria, ahora vamos a trabajar tranquilos para el clásico con Independiente”, aseguró el bahiense, quien también comentó irse “más contento” por la asistencia que le dio a Solari que por su propio gol. “Le dedico el triunfo a mi familia, especialmente a mi hermano que es hincha de Boca”, añadió.
Además de todo esto, Lautaro protagonizó otra de las jugadas de la tarde, cuando Agustín Bouzat le dio un planchazo en un costado del cuerpo. “Fue compañero mío en Liniers, de Bahía Blanca. Fue una jugada en la que levantó la pierna y la bajó sin querer. Le iba a desatar los cordones, pero bueno...”, sostuvo entre risas la joya que disfruta Racing, pero por la que también suspiran desde Europa.