Clarín - Deportivo

Newell’s aprovechó todas las ventajas que ofreció River y le dio un golpe durísimo

Le llegó mucho en el primer tiempo y después lo vapuleó de contraatqu­e. El equipo de Gallardo no supo sostener la ventaja, perdió la línea y no tuvo respuesta ante la adversidad.

- Maximilian­o Benozzi mbenozzi@clarin.com

Qué fin de año está teniendo River. Muy diferente al imaginado cuando arrancó el 2017. Ahí se soñaba con la final de la Copa Libertador­es. Y conviajar a Abu Dabi para jugar el Mundial de Clubes. Pero no. Ese deseo se hizo trizas hace casi un mes en Lanús. Y desde ese entonces, el equipo de Marcelo Gallardo empezó a recibir cachetazos. Ayer, Newell’s le dio uno más para devolverlo a la realidad, luego de la inmerecida victoria ante Unión. Y si bien en River piden a gritos que termine el año, el plantel tiene que estar enfocado porque dentro de dos semanas juega una final, la de la Copa Argentina. Y si no reacciona, puede recibir otro golpe. Letal.

Es increíble la facilidad con la que River perdió, en poco tiempo, lo que había logrado construir desde el juego en el primer semestre. Hubo bajas (la de Driussi y Alario, quienes se fueron a Europay la Martínez Quarta, por doping). Es cierto. Pero también hubo refuerzos para reemplazar­los. Y el artefacto fue perdiendo funcionami­ento. De a poco. Y un día se quedó sin la efectivida­d y la contundenc­ia que exhibía. Y otro día se quedó sin solidez defensiva. Y otro día los del medio no aportaron tanto en la generación del juego. Y al final de cuentas, el equipo se partió. Y lo que pasó en Lanús no terminó siendo una casualidad. Fue el resultado de que las cosas no venían tan bien.

A River le cuesta mucho llegar al arco rival y convertir. Y a sus rivales les resulta más fácil llegarle y convertirl­e. Eso sucedió ayer. Y ni poniéndose en ventaja a los 21 minutos del segundo tiempo, con el gol de Pity Martínez (tras una buena combinació­n de toques con Scocco y Santos Borré) pudo asegurar la victoria. Pocrnjic, además, se lució con dos dobles tapadas, una (ante Fernández y Santos Borré) en el primer tiempo y otra, en el segundo (ante Scocco y nuevamente al colombiano). Es que a la inversa de lo que ocurrió el miércoles, Newell’s no desperdici­ó las chances que había dilapidado Unión. Y eso que en el primer tiempo el conjunto rosarino, produc- to de buenos movimiento­s del tridente de ataque y de los volantes que llegaban, tuvo tres mano a mano (dos fueron salvados por Bologna y en el otro, Sarmiento la tiró afuera) que no pudo transforma­rlos en gol. En los últimos veinte minutos, Newell’s hizo colapsar el sistema defensivo de River.

Primero fue con un gran cabezazo de Leal (se elevó entre Barboza y Saracchi). Después, en una jugada en la que falla Maidana, Leal se fue de cara al gol y Montiel lo bajó. El defensor de River fue amonestado porque, de acuerdo a la nueva regla, si es una falta en la que va a disputar la pelota, el árbitro debe sacarle amarilla y no roja. Lo que sí, Tello debió haber hecho ejecutar de nuevo el penal a Brian Sarmiento porque Leal invadió el área. Y, por último, con una corrida de Hernán Fertoli (le ganó en velocidad a Ponzio), quien hizo pasar la pelota entre las piernas de Bologna. La jugada arrancó en un saque de arco de Pocrnjic. Todo dicho.

Esa secuencia de los tres goles ocurrió en doce minutos. Cualquier similitud con el partido con Lanús no es coincidenc­ia. Es la realidad. Y apenas le queda un partido (contra Gimnasia) antes de la definición contra Atlético Tucumán. Mientras, en la Superliga sigue deambuland­o. Y acumulando golpes.

 ?? MARCELO CARROLL ?? Elocuente. La imagen lo dice todo. River se va de la cancha derrotado. El equipo de Gallardo no tuvo peso arriba y atrás invitó siempre a que los rosarinos atacaran.
MARCELO CARROLL Elocuente. La imagen lo dice todo. River se va de la cancha derrotado. El equipo de Gallardo no tuvo peso arriba y atrás invitó siempre a que los rosarinos atacaran.

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