El Rey de Copas sumó una nueva estrella a un historial impresionante
Ahora son 17 los títulos internacionales conseguidos. Y 19 con los dos anteriores al nacimiento de la Conmebol. Siete Libertadores y dos Intercontinentales, los mayores logros.
El 21 de abril del año que viene se van a cumplir 100 años de la primera final internacional que jugó Independiente. Como campeón de la Copa Competencia argentina (el 13 de enero de 1918 le ganó la final 2-1 a Estudiantes de La Plata) disputó un encuentro por la Tie Cup Competition contra Montevideo Wanderers, campeón uruguayo. Perdió 4-0. Ese mismo año, el 1° de diciembre, como ganador de la Copa de Honor, jugó la final internacional ante Peñarol en Montevideo. También cayó 4-0. La revancha comenzó 20 años después, con Independiente ya consolidado como uno de los grandes del fútbol argentino. Una mística copera que
comenzó a insinuarse de la mano de tres glorias de la década del 30: Vicente De La Mata, Arsenio Erico y Antonio Sastre.
El equipo de Avellaneda levantó - en total- su copa número 19 en torneos internacionales. Las dos primeras las consiguió unos cuantos años antes de que naciera la Confederación Sudamericana de Fútbol en 1960. Los campeones de ambas orillas disputaban la Copa Campeonato Río de la Plata Ricardo Aldao desde 1913. Independiente fue bicampeón argentino 1937-38 y bicampeón rioplatense 1938-39. El primer año, el 29 de diciembre de 1938, le ganó 3-1 a Peñarol en Montevideo, con goles de Vicente De La Mata, Juan José Zorrilla y Arsenio Erico. En la edición del año siguiente, que se disputó el 9 de julio de 1940, despachó a Nacional 5-0 en el Gasómetro (3 de Erico, Zorrilla y De La Mata). “En números ha quedado de esa forma dilucidado un nuevo título rioplatense, que permite a Independiente el lucirlo por segunda vez consecutiva, igual que anteriormente lo hiciera River Plate”, se lee en la revista La Cancha en su edición del 17 de julio de 1940.
A partir de la década del 60 comienza la explosión de los torneos internacionales. Y se afianza la mística
copera roja. Primero, las Libertadores de 1964 y 1965, con dos Libertados (1964 y 1965) antes los mismos rivales uruguayos de la década del 30 pero invertidos: primero Nacional y luego Peñarol. Lo que no pudo esos años fue vencer el catenaccio del Inter de Helenio Herrera en las dos intercontinentales.
La década del 70 fue la más fructífera y se terminó de consolidar el mote de Rey de Copas. En cinco años, los Diablos Rojos disputaron 10 finales y ganaron 8: 4 Libertadores, 3 Interamericanas y una Intercontinental. El punto más alto de aquella cosecha fue el triunfo ante la Juventus de Italia, en el estadio Olímpico de Roma, por 1-0 con gol de Ricardo Bochini, el 28 de noviembre de 1973. Miguel Santoro, Ricardo Pavoni, Bochini y Daniel Bertoni estuvieron en Roma hace ya 44 años. Todos menos el Bocha presenciaron una nueva vuelta olímpica, el miércoles, en el Maracaná.
Dos nuevos títulos sumó en los 80. La Libertadores del 84 ante Gremio, con una exhibición de fútbol en Porto Alegre de la mano del Bocha, Marangoni, Giusti y Burruchaga. Y el gol de Mandinga Percudani en Tokio ante Liverpool, para la segunda Intercontinental, el 9 de diciembre.
En la década del 90 llegaron tres nuevas copas. En noviembre de 1994 alzó la Supercopa ante Boca. En abril de 1995, en Kobe, Japón, venció 1-0 a Vélez con gol de José Tiburcio Serrizuela de penal y se quedó con la Recopa Sudamericana. Y en noviembre de 1995 ocurrió el primer Maracanazo. Le ganó la ida 2-0 a Flamengo (goles de Mazzoni y Domizi).
La Sudamericana 2010, sin brillar, se pareció a un oasis en medio de un desierto de incertidumbres. Luego perdió dos finales y en 2013 descendió. Este año, de la mano de Holan, el
Rojo recuperó el buen juego y reavivó la llama de la mística copera.