El San Lorenzo de Biaggio siguió con su costumbre de ganar sin convencer
Volvió a depender en demasía de Belluschi y mostró poco. González anotó para Argentinos, que mereció algo más.
La pregunta debe taladrar la cabeza de Claudio Biaggio. ¿Qué le pasaría a su San Lorenzo si Independiente, finalmente, se decidiera a pagar los más de siete millones de dólares que pide Matías Lammens para sentarse con Hugo Moyano para negociar la transferencia de Fernando Belluschi? El Pampa, y todo Boedo, lo tiene claro: aun en los días nublados -tanto en el cielo del Nuevo Gasómetro como en el juego azulgrana-, el volante es de esos que clarifican las ideas con la pelota en sus pies. El ex Newell’s juega y hace jugar, y con un par de pinceladas le alcanza para destacarse entre los 22 jugadores que pisan el césped. Ayer, en definitiva, sucedió una vez más: Belluschi volvió a ser el jugador más lúcido de un San Lorenzo al que le costó mucho superar a Argentinos, que mereció mejor suerte.
Ya es una constante del equipo del
Pampa: aparecen los resultados, no así el juego. Al igual que en los últimos meses del año pasado, a San Lose renzo le costó encontrar un funcionamiento aceitado en este segundo amistoso de la pretemporada, el primero en el que el DT utilizaba titulares (ante Defensa y Justicia, el jueves, jugó un once alternativo). La baja a último minuto de Facundo Quignón - contractura- hizo que en el medio debutara el pibe Emanuel Maciel (20 años), mientras que en el arco Sebastián Torrico reemplazó al lesionado Nicolás Navarro. El resto, los mismos de siempre de Biaggio, con ese 4-3-1-2 que tanto le gusta.
Pero estuvo incómodo el local, a tal punto que la chance más clara del primer tiempo fue un tiro libre de Paulo Díaz que Lucas Chaves envió al córner. Después, poco y nada. Algún pa- entre líneas de Belluschi que puso a correr a Ezequiel Cerutti y no mucho más para San Lorenzo. Es que sin socios en el medio -ni Gudiño, ni Mercier ni Maciel se sintieron cómodos con el balón-, el 16 azulgrana quedó demasiado solo en la elaboración. Enfrente, para complicar un poco el panorama, Argentinos demostró que cada vez se siente más cómodo con la idea de Alfredo Berti. Su 4-3-3, con dos extremos bien abiertos, complicó a su rival. Sin embargo, así como San Lorenzo consigue resultados sin merecerlos, a los de La Paternal le sucede lo inverso: juega mejor que el equipo que tiene enfrente, pero no lastima. Todo lo bueno que el visitante realizó en la mitad de la cancha -con el veterano Gastón Machín multiplicándose cerca del círculo central- se diluyó cuando el arco de Torrico se hacía cada vez más chico. Y si a eso se le suma la falta de efectividad cuando un jugador propio quedó mano a mano... El uruguayo Javier Cabrera fue el que más lo sufrió: estuvo cara a cara con el Cóndor en dos ocasiones, pero en una su remate se fue por encima del arco y en la otra se estrelló en el travesaño.
En el segundo tiempo, Berti sacudió el banco de suplentes: hizo siete modificaciones, buscando aprovechar al máximo este amistoso y darles minutos a sus jugadores. Bajó la intensidad Argentinos, y San Lorenzo aprovechó. Belluschi encontró más espacios y la defensa de La Paternal perdió solidez. Así, llegó el primero: el preciso centro del 16 encontró la cabeza de Blandi. Luego, el juvenil Franco Moyano aprovecharía el desorden de Argentinos para estirar la ventaja. Sobre el final, el descuento de Nicolás González apenas decoró el resultado.
¿Seguirá Belluschi en Boedo? Las próximas horas serán clave. Pero quedó claro: si se va, el problema será enorme para un equipo que depende demasiado de su fútbol.