Entre el barro y la lluvia, el mal clima complicó al Dakar
En Tupiza, Bolivia, hubo caos y el campamento de la prueba debió instalarse sobre una ruta.
El Dakar sorprende por su organización. Parece que nada queda librado al azar y cada detalle está supervisado. Y cada acierto se pondera, sea en el medio de la nada o en pleno desierto. Sin embargo, hay un aspecto que obviamente le resulta indómito: el clima. Las lluvias en el sur de Bolivia y en el norte de la Argentina complicaron el cronograma, a tal punto que la etapa de hoy, la novena, se canceló, por lo que la caravana del Dakar llegará a la capital salteña en enlace.
La gran cantidad de lluvia modificó la tarea de la organización. A tal punto, que el campamento que estaba diagramado a 20 kilómetros de Tupiza no se pudo usar, debido al barro que allí reinaba. Como no era posible el ingreso de los vehículos pesados a ese lugar, se improvisó un campamento sobre la misma ruta 14. Increíblemente, esa importante vía de comunicación quedó duran-
te 24 horas inutilizada para la población en favor del Dakar. Sobre la cinta asfáltica se instalaron motorhomes, equipos, antenas satelitales y todo aquello que requiere el funcionamiento del control de la carrera. Un ómnibus estacionado sobre la ruta se transformó en la sala de prensa.
La decisión salvó al desarrollo de la competencia, pero, según los lugareños, traerá “graves consecuencias desde la población hacia las autoridades”, en tiempos por demás álgidos para la política boliviana. Evo Morales, presidente de Bolivia, lo vivió en carne propia en La Paz.
En el improvisado campamento, donde no hubo señal telefónica y la Amaury Sport Organisation, la empresa a cargo del Dakar, instaló su propio sistema de internet, Marc Coma, director deportivo de la prueba, informó el porqué de la cancelación de hoy: “Preferimos no
correr riesgos. Hay mucha agua en el campamento y se espera lo mismo para mañana (hoy). Nno son las mejores condiciones de preparar una especial, porque además se esperan más tormentas”. Bueno para los líderes: una jornada menos hacia Córdoba.
En Argentina también se registraban complicaciones. La ruta 9, que une La Quiaca con San Salvador de Jujuy, estuvo cortada, aun-
que el Gobierno jujeño comunicó: “Habilitado el tránsito por Ruta 9 para todo tipo de vehículos, en ambos sentidos de circulación y media calzada a la altura de Arroyo Coiruro. La RN52 está transitable con precaución; media calzada en algunos sectores”.
En Tupiza, en el predio que originalmente estaba destinado como campamento se encontraban el comedor, los baños y la carpa de migraciones, para que la caravana ya pudiera realizar los trámites pertinentes para el cruce a la Argentina.
Antes del atardecer, no bien terminó la prueba especial, la mayoría de los equipos abandonó el lugar, emprendiendo marcha hacia Salta, donde se verá el mayor contraste entre los campamentos. Es que desde el peor lugar de esta competencia, por el agua y por el barro, se pasará al Centro de Convenciones de Salta, el lugar más esperado por los 3.000 habitantes de esta ciudad itinerante.
Amplios salones alfombrados, ideales para tirar la bolsa de dormir, baños con duchas con agua caliente y un lugar muy agradable a la vista, es el quiebre para continuar la última parte, con el tramo argentino hasta el 20, en Córdoba, donde se levantará la anhelada rampa de llegada.