Clarín - Deportivo

San Lorenzo mejoró en el juego, pero recién festejó en los penales

Belluschi le daba un triunfo justo. Un error de Torrico lo llevó a penales. Allí, el “1” atajó dos y luego se lesionó.

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Héroe de mil batallas, ayer Sebastián Torrico tuvo uno de esos errores impensados para un arquero de su nivel. Y San Lorenzo, que acariciaba el triunfo en los noventa minutos, debió esperar hasta la definición por penales para cantar victoria. Sin embargo, en la lluviosa noche salteña y más allá de la falla del mendocino, los azulgranas mejoraron su nivel del verano, aunque esta vez pagaron caro su falta de efectivida­d.

Apenas habían pasado 14 segundos de partido que San Lorenzo ya tuvo su primera chance: el despeje de cabeza de Coronel, corto, dejó el balón en los pies de Belluschi, que de pri- mera quiso vencer a Arias, aunque el arquero -que había salido de su área y quedado a mitad de camino- estuvo rápido de reflejos y desvió el balón. Díficil hablar de merecimien­tos en tan poco tiempo, pero esa situación sirvió para describir lo que sucedería luego: más por errores ajenos que por aciertos propios, los de Boedo merodearon el gol, pero a último momento se les ahogó el grito.

Fueron de mayor a menor los dirigidos por Biaggio, que tuvieron 25 minutos en un muy buen nivel. Sin embargo, a diferencia de lo que le sucedió a lo largo de varios pasajes del segundo semestre del 2017 (cuando el equipo no jugaba del todo bien pero conseguía resultados), ayer, San Lorenzo tuvo las chances más claras, pero fue ineficaz. En total fueron tres los mano a mano con los que contaron los azulgranas, dos de Cerutti y uno de Blandi. Y ojo: no hubo demasiado mérito de Arias para que no terminaran en gol, sino que en cada una de estas situacione­s fueron tanto Pocho como Nico los que fallaron. Con un juego más vertical que horizontal, los de Boedo dominaron a un rival que se vio sometido en el inicio. Es más: Gimnasia -sin quererlo, claro- hizo todo lo posible para que San Lorenzo marcara un gol. Hubo groseros errores de la defensa platense: en su intención de pararse lejos del arco propio, su última línea quedó escalonada y habilitó en más de una ocasión a los jugadores de enfrente. Fue tan malo el primer tiempo de Gimnasia que ni Alemán se salvó: el Ovejero, acaso el arma más peligrosa del Tripero, falló hasta en los tiros libres, una de sus especialid­ades. No obstante, los de Boedo sacaron el pie del acelerador. Gimnasia, con poco, igualó las acciones. Y hasta pudo marcar una ventaja que hubiera sido injusta, pero Dibble tardó en definir.

El Pampa movió el banco de suplentes en el complement­o. Pero en un principio los ingresos de Moyano, Piris da Motta y Botta no cambiaron demasiado la ecuación, como para darle un poco la razón al DT en su pedido por un refuerzo de jerarquía. Sin embargo, la ventaja llegó para los azulgranas, ya que de tanto jugar con fuego, Gimnasia se quemó. Arias quiso salir jugando con Rinaudo, pero el volante fue atorado por Moyano. La pelota le cayó a Blandi, que asistió de taco a Belluschi para el 1-0 azulgrana.

Gimnasia no reacciónó. Pero, inesperada­mente, se encontró con el empate en la última jugada del partido: Torrico le cometió un infantil penal a Alemán, que el propio Ovejero transformó en gol. Luego, en la definición por penales, San Lorenzo festejó con un inesperado Cerutti en el arco por la lesión de Torrico en el último disparo. Tanto San Lorenzo como Gimnasia deben seguir mejorando, claro. No hay mucho tiempo: la Superliga está a la vuelta de la esquina.

 ?? D.RODRIGUEZ ?? Le pasó de todo. Torrico despeja. Un error suyo generó el empate. Después, contuvo dos penales, se lesionó y lo reemplazó Cerutti.
D.RODRIGUEZ Le pasó de todo. Torrico despeja. Un error suyo generó el empate. Después, contuvo dos penales, se lesionó y lo reemplazó Cerutti.

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