Clarín - Deportivo

Belgrano, el oportunism­o y un gol para aplaudir

Matías Suárez pegó el grito clave con un lindo derechazo desde afuera. Los bahienses se hunden en el descenso.

- BAHÍA BLANCA. CORRESPONS­AL.

Belgrano, muy oportuno, ordenado y equilibrad­o como equipo, le dio un empujón más a Olimpo, cuya gente ya está casi resignada con el descenso a la Primera B Nacional.

El cambio institucio­nal, de entrenador (Christian Bassedas que hizo su debut ayer por Rubén Darío Forestello) y el estreno de dos refuerzos (Jorge Carranza y Gonzalo Porras) no le alcanzaron a Olimpo para suplir las carencias con que terminó el 2017 y comenzó de la peor manera el año.

Encima en el horizonte tiene una seguidilla de partidos que incluye a River (visitante), Racing (en el Roberto Carminatti ) y Rosario Central en Arroyito, como los próximos tres ri- vales. Por eso y teniendo en cuenta un promedio que lo asfixia (está en la posición 25° de esa tabla tan especial), era imperioso para Olimpo empezar el 2018 sumando de a tres.

Los cordobeses sacaron provecho de las urgencias de Olimpo y con una gran dosis de oportunism­o (llegaron claramente tres veces y marcaron dos goles), más la buena labor de Lucas Acosta, se llevaron un gran triunfo para el Barrio Alberdi.

De una buena jugada asociada entre Tomás Guidara y el debutante Mauro Guevgeozia­n llegó el primer gol. El delantero armenio-uruguayo aguantó la pelota ante la marca de Sergio Ojeda y asistió a Jonatan Ramis para que sometiera a Jorge Carranza.

Antes, Acosta le había sacado un cabezazo al gol a Franco Troyanski y Luis Vila se lo había perdido en el rebote que había otorgado el arquero.

Y minutos después del gol de Ramis, Acosta se lució en lo que fue su mejor atajada de la tarde. Un error de Cristian Lema le posibilitó a Troyanski asistir a Emiliano Tellechea. El volante empalmó la pelota por arriba de Acosta, quien volvió sobre sus pasos y reaccionó con un manotazo desesperad­o desviando la pelota por sobre el travesaño.

Más allá de esas aproximaci­ones, Olimpo fue un equipo apático, desordenad­o, sin una estructura de juego en el debut de Bassedas.

Eso le permitió a Belgrano aumentar con un golazo de Matías Suárez, quien la bajó con el pecho afuera del área y sacó un derechazo sensaciona­l que se metió contra el palo izquierdo del arquero. El descuento de Tellechea, quien picó la pelota por sobre el cuerpo de Acosta, llegó cuando el partido se moría y no quedaba tiempo para la hazaña de Olimpo.

La gente de Olimpo parece resignada ante un desenlace que se insinúa como inevitable. De todo eso supo aprovechar­se Belgrano.

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FOTORREPOR­TER A celebrar. Todos saludan a Matías Suárez tras el golazo.
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