Estudiantes-Vélez: bombas y petardos en una histórica definición
Aniversario. Se cumplen 35 años de un escándalo que tuvo como protagonistas a Juan Carlos Lorenzo y a Carlos Bilardo.
La escena sucede el 29 de enero de 1983 en el estadio de Estudiantes de La Plata. Pedro Larraquy, capitán de Vélez, se acerca al vestuario de Claudio Busca y le deja en claro: “No seguimos por falta de garantías”. José Luis Brown regresa del campo de juego al vestuario y le pregunta al árbitro: “¿Qué pasa, señor?”. “Vélez no se presenta a jugar el segundo tiempo”, responde Busca.
Verano del 83. La cancha de madera de 57 y 1 ardía. Estudiantes, dirigido por Carlos Bilardo y en el que jugaban, además de Brown, Miguel Angel Russo, Alejandro Sabella y José Daniel Ponce peleaba el título con Independiente y recibía a Vélez, que tenía un buen equipo y contaba entre sus figuras con Norberto Alonso, Jorge Comas, Nery Pumpido y Larraquy (también Carlos Bianchi, quien estaba suspendido). Las explosiones, petardos, bengalas, comenzaron desde temprano. Pero en el entretiempo, hubo petardos y humo en el vestuario visitante, dos jugadores lesionados y una decisión que generó mucha polémica: Vélez no salió a jugar
el segundo tiempo. Hoy se cumplen 35 años de un escándalo que postergó algunas semanas la definición del torneo Metro 82.
¿Qué pasó aquella tarde en el vestuario pincha? Hinchas de Estudiantes tajearon las ventanas que tenían tejidos de protección tipo fiambrera y por allí tiraron cuatro petardos. Uno de esos explotó muy cerca del sitio en el que descansaba el Beto Alonso, uno de los más perjudicados, y otro muy cerca de la vista de Ricardo Daniel Mastromauro, un pibe que todavía no había debutado en Primera. En el medio de la confusión, la voz del Toto Lorenzo fue inapelable: no salimos a jugar el segundo tiempo. Lo puso de manifiesto después Larraquy en declaraciones a la prensa: “La determinación de no salir a jugar el segundo tiempo la tomó Lorenzo. El técnico me llamó a mí y me dijo que fuera hasta el vestuario de Busca para comunicarle la decisión de no seguir jugando. Yo simplemente le obedecí...”.
Los dos jugadores lesionados, Alonso y Mastromauro, fueron atendidos en el vestuario por el doctor Ricardo Coppolecchia, quien hoy continúa siendo el médico de Vélez. La recuperación de Mastromauro fue tan rápida, que Bilardo, furioso, después: “Hay que contratarlo ya porque es un genio”.
Detrás del escándalo, quedó la sombra de la enemistad entre el Toto Lorenzo y el Narigón Bilardo de la época en que se enfrentaron la semi y la final de las Copas Libertadores de 1977/78 (Boca-Deportivo Cali). Aprovechando las agresiones sufridas, Lorenzo quiso sacar ventaja de la situación para perjudicar al club platense en la definición por el título.
El miércoles 2 de febrero, en Clarín, el Beto Alonso hacía su descargo. “Nunca fingí una actitud”, le dijo a Miguel Angel Bertolotto. Y ratificó que no estaba para seguir jugando y que la decisión fue la correcta: “Todos los equipos, en un caso similar, tendrían que hacer lo que hizo Vélez”.
Inmediatamente, la AFA postergó los partidos de la última fecha entre Racing de Córdoba-Independiente y Talleres y Estudiantes. El fallo del Tribunal de Disciplina se conoció el 8 de febrero y se festejó en La Plata porque no hubo sanciones punitivas. Se decidió continuar los restantes 45 minutos a puertas cerradas; el árbitro Busca fue suspendido por 21 días por errores de procedimiento; Estudiantes sufrió una multa de 20 millones de pesos y Vélez, de 80 millones. Y el Tribunal dejó en claro que había un claro culpable de la suspensión: Juan Carlos Lorenzo. “A nuestro juicio obró con precipitación, con una marcada exageración respecto de los señores Alonso y Mastromauro y del estado de alteración momentánea en que se encontraba todo el plantel visitante, al cual en lugar de serenarlo y llamarlo a la calma y reflexión, en actitud de respeto hacia el público asistente, se le impartió la orden de no salir a la cancha”.
El partido continuó el 11 de febrero y Estudiantes ganó 1-0 con un gol de Brown de cabeza a cinco minutos del final. El 14 de febrero, el Pincha derrotó 2-0 a Talleres y se coronó campeón. Tras el título, Bilardo fue confirmado por Julio Grondona como nuevo técnico de la Selección Argentina.