Lo Celso suma una opción de fútbol en la media cancha
Es el doble cinco en un PSG lleno de figuras. Ayer clavó un golazo.
Cuando algún día, dentro de varios años, le pregunten a Giovani Lo Celso respecto de qué entrenadores marcaron su carrera podrá mencionar a cualquiera del San José, donde jugó al baby, o de la Asociación Jorge Griffa o de las inferiores de Rosario Central o al Chacho Coudet, quien lo hizo debutar en Primera, en 2015. Pero algo es seguro: no podrá omitir a Unai Emery, su actual técnico en el París Saint Germain. El vasco fue quien lo convenció de que podía resignificar su rol.
Lo Celso llegó al fútbol francés como un clásico enganche del fútbol argentino, capaz de gambetas y asistencias. En una constelación de estrellas debía ofrecer variantes: jugó ocasionalmente como interior. Hasta que un día no tan lejano, asomó en la formación titular como mediocampista central. Sí, como tapón. Cerca de la dupla central, como salida, como dueño del primer pase creativo. Sorprendió a todos. Incluso al entrenador de la Selección, Jorge Sampaoli.
Juega en esa nueva posición como si siempre allí hubiera estado. Sirve el recuerdo: otro Canaya (así, con “y”, como indicaba Fontanarrosa), Omar Palma, ya había mostrado el manual de la conversión del diez en cinco. Sucedió en el final de su carrera, vestido de Central y sin perder la esencia.
Lo Celso, que escuchó sobre la leyenda del Negro Palma, lo volvió a demostrar esta vez en la Ligue 1: le sobran condiciones y actitud para jusudamericanos, gar en esa nueva ubicación. Ante Lille, en el Norte de Francia, jugó un partido impecable. Quitó y jugó. Fue preciso en la salida y decoró su actuación con un golazo.
A los 42 minutos del segundo tiempo, el PSG ya ganaba 2-0 con goles de Yuri Berchiche y de Neymar (un estupendo tiro libre). Entonces, apareció el Gio de París: recibió la pelota cerca de la medialuna, se acomodó y definió con sutileza, con un remate por encima del arquero Mike Maignan, quien todavía está volando para tratar de alcanzar la pelota.
Queda otra impresión respecto de Emery, que también involucra a Lo Celso: le gustan los futbolistas sudamericanos. No sólo porque lo expresó varias veces, también porque lo demuestra con hechos. Por ejemplo, atrasó el regreso a los entrenamientos por las fiestas a pedido de los nacidos en esta parte del mundo. Les solicitó a los hinchas que rodearan de afecto a Neymar, cuando el brasileño escuchó algunos silbidos por ciertas actitudes egoístas. Y ahora, en la formación que goleó al Lille armó un equipo Hecho en Sudamérica: ocho de los 11 titulares nacieron en Brasil, Argentina o Uruguay. En la tierra de Garrincha: Dani Alves, Marquinhos, Thiago Silva y Neymar. En la los pagos de Maradona: Lo Celso, Javier Pastore y Angel Di María. Y en el país de Obdulio Varela: Edinson Cavani. En el palco, otro simpatizante de los el qatarí Nasser Al Khelaifi -millonario presidente del club- también sonreía.
Con esa búsqueda, no le va mal al PSG: lidera la Ligue 1 con 11 puntos de ventaja, disputadas 24 fechas; jugará la final de la Copa de la Liga (ante Monaco, el 31/3) y sigue en la Copa de Francia. Hay más: en los octavos de final de la Champions League espera el Real Madrid. Para la ida del 14/2, en el Bernabéu, ya se prepara La Armada Sudamericana.