Independiente recuperó la sonrisa aunque en el juego todavía sigue en deuda
Colón “perdonó” en el inicio y terminó profundizando su mal momento. Hubo otro penal de Escobar (también a Menéndez) a los 8 minutos que Echenique no cobró.
Al fin pudo festejar Independiente. Había terminado el 2017 brindando con la Copa Sudamericana y este año lo empezó con una resaca prolongada. Después de empatar con Rosario Central en el postergado de la fecha 11 y de caer
ante Estudiantes, el Rojo le ganó 1 a 0 en Santa Fe a un Colón que profundizó su mal momento. El tanto fue de penal y de Leandro Fernández, justo un confeso hincha sabalero. Eso sí, en el juego todavía está en deuda.
Tardó más de lo previsto Independiente en encontrarse con la pelota en tierra santafesina. Sabido es que al equipo de Ariel Holan le gusta ser el dueño de la número cinco para doblegar a su adversario. Pero no pudo imponer su propuesta original de entrada, anoche, principalmente porque Colón le metió presión. El local, astuto, entendió que el Rojo dejaba huecos atrás y buscó pegar primero. Con el tanque lleno, lo hizo revolcar a Martín Campaña, que se redimió del error de la semana pasada ante Estudiantes al taparle el tiro a Diego Vera en un contraataque en donde quedó muy expuesta la defensa visitante.
No le sacó provecho a esos minutos iniciales Colón. Sus atacantes desperdiciaron otras situaciones y así dejó pasar su momento. En el medio hubo un penal de Gonzalo Escobar sobre el debutante Jonathan Menéndez que Fernando Echenique no vio.
Lo perdonó el Sabalero a Independiente. Y el Diablo avanzó a medida de que su rival se desinflaba. Empezó a encontrar espacios a espaldas de Mariano González y de Matías Fritzler. Y utilizó también las bandas como vía de acceso directo hacia el área roja y negra. Leandro Fernández tuvo una clara, pero Germán Conti la desvió en la línea ¿ con la mano? Emmanuel Gigliotti tampoco logró meter la que se le presentó. Y otra vez Fernández erró con el arco de frente.
A medida que pasaban los minutos, la alta temperatura comenzó a influir en la intensidad del juego. Ninguno de los dos estuvo exento al calor agobiante de la noche. La barra de energía se iba vaciando en ambos lados y cada vez se hacía más dificultoso alcanzar el arco de enfrente.
Y en ese duelo de pies pesados, hubo uno que mantuvo el ímpetu a pesar del cansancio. Menéndez no paró, para maldición de Colón. El ex Talleres se tomó en serio esto de vestirse de Diablo. Fue un verdadero demonio para la defensa local. Y como no se lo cobraron en la primera parte, tuvo su revancha en el complemento. Lucas Ceballos lo bajó adentro del área y esta vez sí el árbitro le dio el penal a Independiente, que Fernández canjeó por el gol del triunfo. A esa altura ya había ingresado para hacer su estreno el ecuatoriano Fernando Gaibor (por un Gigliotti que salió enojado con el DT Holan).
Perdido por perdido, el dueño de casa intentó reaccionar. Y pudo haberlo empatado en un par de arremetidas. La más clara fue un disparo de Guanca que salió cerquita del palo izquierdo de un Campaña que no llegaba a esa pelota.
Independiente retornó a Buenos Aires con la sonrisa que Colón no luce desde hace tiempo: acumuló su cuarta derrota consecutiva. Y pensar que fue el último equipo en perder el invicto en este campeonato...